Eran casi las 3 de la madrugada cuando el general de división Porfirio Díaz envió a 17 columnas a liberar Puebla, era ya el 2 de abril de 1867
El General de división Porfirio Díaz derrotó al ejército imperialista comandado por el general Noriega el 2 de abril de 1867. Esta victoria marco la liberación de la ciudad de Puebla y el comienzo de la restauración de la república.
Se trató de un hecho de guerra muy osado. A las 2:45 de la madrugada, dividió a sus hombres en 17 columnas. Díaz envío tres columnas al sur a atacar el ex convento del Carmen que sirvió de distracción; mientras las otras avanzaron desde el oeste al Zócalo.
La batalla fue encarnizada y Díaz fue herido en el Cerro de San Juan. Su compadre Manuel González perdió un brazo y Carlos Pacheco perdió un ojo, una pierna y un brazo.
Para el medio día estaba tomada la plaza. Poco después Díaz derrotó a Leonardo Márquez en San Lorenzo y entró a la CDMX sin disparar una sola bala.
Antes de la revolución
El 27 de abril de 1867, el gobierno de Puebla declaró Benemérito del Estado en grado heroico al general Porfirio Díaz. También decretó que se colocara su retrato en el Salón de Sesiones del Congreso y se erigiera un monumento público –que nunca se realizó– en recuerdo de la Batalla del 2 de abril contra los imperialistas.
Desde entonces y hasta 1910 se realizaron cada año ceremonias y festejos para glorificar a quien ya era presidente de la República en ese momento. Una de las últimas conmemoraciones en la ciudad de Puebla ocurrió en 1909.
La fecha dejó de celebrarse después de la Revolución, aunque todavía quedan numerosas calles y escuelas que recuerdan el 2 de abril.
Vestigios conmemorativos en la ciudad de Puebla
En la ciudad de Puebla solo existen los vestigios de las placas con las inscripciones “Calle 1ra. Dos de Abril”, otra “Calle 2da. Dos de Abril” y por último “Calle 3ra. Dos de Abril”. El retrato de Díaz que estuvo en el Salón de Sesiones del Congreso se halla en el Museo Casa de Alfeñique. Otro retrato se encuentra en el Museo de la No Intervención, ubicado en el fuerte de Loreto. En la torre norte de la catedral poblana se aprecia el daño de un cañonazo de aquella batalla.
En el panteón de La Piedad, uno de los más antiguos de la ciudad. Existe una tumba en cuya lápida se lee: “Restos mortales de los señores defensores de Puebla fusilados el 2 y 3 de abril de 1867”.
En la esquina de la calle 16 de septiembre y avenida 3 Poniente existe una placa histórica. La placa dice: “A la memoria del general D. Juan Crisóstomo Bonilla, Gobernador y Benemérito del Estado quien el 2 de abril de 1867 al frente de su columna fue el primero en llegar a este punto ocupando la plaza”.
En el museo de la No Intervención un cuadro de cobre repujado, que es una versión de la obra de Francisco de P. Mendoza “Batalla del 2 de Abril”, luce la siguiente leyenda: “Ejemplar obsequiado por El Heraldo al Señor General Don Porfirio Díaz, héroe de esta jornada”, y enmarcan la escena los nombres de catorce generales de dicha batalla. La obra fue donada por la señora Marie Therese Gatouillat de Díaz el 2 de julio 1957. Y en El corrido a Puebla, del poeta José Recek Saade, recuerda en su tercer párrafo a Porfirio Díaz como uno de los grandes héroes de la entidad.
A 155 años de aquella gesta heroica es meritorio que Puebla recuerde tan importante fecha en nuestra historia.
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