La música es un hermoso y sublime lenguaje universal, en el que habitan los sonidos más arraigados y perdurables de nuestra identidad, la mexicana es musa divina.
México ha dado al mundo una gran cantidad de compositores, que han logrado que en algún momento de nuestra vida nos identifiquemos con alguna de sus melodías y letras, muchas las hemos tarareado en nuestro camino diario, las hemos cantado en privado y con amigos, las hemos dedicado e incluso con algunas hemos llorado y reído.
Es un conjunto de emociones que se originan por la genialidad de sus composiciones, muchos compositores ya consagrados como una leyenda, como es el caso de Agustín Lara “el flaco de oro”, el maestro Armando Manzanero, Joan Sebastián “el poeta del pueblo”, Roberto Cantoral, Juan Gabriel “el divo de Juárez” y por supuesto Consuelo Velázquez, entre muchos otros.
El 15 de enero se celebra y se reconoce el trabajo de los compositores mexicanos que con su inspiración han creado y crean obras musicales, que generan todo tipo de sentimientos. El 15 de enero de 1945 se creó la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), pero fue hasta el año de 1965 que se instituyo el día del compositor, sin embargo, fue hasta el año 1983 que comenzó a conmemorarse oficialmente en todo el país, congregando cada año a creadores de todos los géneros musicales. Desde 1945 la SACM se da a la tarea de proteger y enaltecer la labor de quienes con su obra han inmortalizado a gran parte de nuestra cultura.
El compositor en las notas que crea, resume la tristeza, nos cuenta de la nostalgia, nos hace creer en el olvido, nos alegra, eleva al amor, nos sensibiliza por el desamor, desnuda los celos y humaniza el dolor. Expresa emociones y sentimientos en bellas melodías nacidas de su creatividad, que llega a convertirse en su don divino. Un compositor es el dueño y creador de una obra, que tiene el derecho de obtener un beneficio económico por la explotación comercial de sus creaciones. Las obras deben registrarse en el Instituto Nacional del Derecho de Autor, conocido como INDAUTOR, que depende de la Secretaria de Educación Pública.
De acuerdo a la práctica internacional los compositores reciben sus regalías cada tres meses, debido a que es el término razonable que recomiendan la mayoría de las sociedades autorales alrededor del mundo para otorgar el pago. Cabe mencionar que las regalías son pagadas de acuerdo al uso que se le da a la composición.
En México la SACM revela el lado humano y creativo de las compositoras y compositores, creando espacios públicos para su difusión y amplio conocimiento por parte de la sociedad en general, de tal manera que existe el paseo de los compositores que cuenta con un gran número de bustos de reconocidos personajes del gremio y plaza de los compositores, ambos lugares en la Ciudad de México. Su reconocimiento es una tarea noble, de gratitud y justicia, es un acto de amor a su creatividad.
En la actualidad de manera interina la SACM es presidia por el maestro Martín Urieta, en sustitución del maestro Armando Manzanero quien lamentablemente falleció al final del año pasado. Este gremio reconoce el trabajo, esmero y pasión de compositores otorgando estímulos y creando espacios para el fomento de nuevos talentos. Ejemplo de estos espacios, es el centro cultural Roberto Cantoral, que fue concebido para cobijar el trabajo creativo de autores de todos los géneros musicales, el cual se ha posicionado en un referente mundial de talento musical.
No existen palabras para expresar, el profundo agradecimiento que tenemos hacia los compositores, incluidos aquellos que han trascendido el plano terrenal, pero permanecen manteniendo viva su esencia gracias a su invaluable obra, contribuyendo al patrimonio cultural de nuestro país y del mundo.
Ricardo Rugerio
