En este Día Internacional del Gato, Revista Única te da pistas del por qué llamamos “michis” a los gatos.
Como todo mexicano siempre encontramos varias formas para nombrar a las cosas dependiendo la región en la que estemos, y ésta situación no excluye a los animales.
A los gatos soles llamarles “gatito” “minino” “rayas” o según las características de su pelo o complexión le damos su nombre.
Los nombres usados para los gatos son tan bastos como la creatividad de su amo pero últimamente en redes sociales ha surgido un nombre con el que se ha bautizado a todos los gatos.
Este nombre es “Michi” y hoy te contaremos su origen, porque aunque no lo creas es una palabra cuyo origen honra a nuestros antepasados.
Pero ¿de dónde llegaron los gatos? Hay teorías que mencionan que cuando los españoles llegaban al nuevo continente traían consigo a varios gatos, los cuales los llamaban con sonidos peculiares como “mishi, mishi”. De ahí la población, la inca, relacionó que el animal era llamado “michi”.
De seguro te ha pasado que cuando llamas a tu gato por su nombre, éste no acude a ti, como si no entendiera.
Lo curioso es que los gatos sí entienden su nombre y sí saben que los están llamando pero no acuden a ti porque ellos no son apegados a sus amos, son independientes, individualistas por su origen al ser descendientes del gatos salvaje africano.
Origen de «Michi»
Aunque no lo creas, la palabra “Michi” tiene su arraigo en las lenguas originarias de México, la podemos encontrar en el otomí, maya, tarahumara, náhuatl y purépecha, cuyo significado podría asimilarse a “cariño”.
Para llamar a los felinos se expresaba de la siguiente manera:
- Otomí- mixi
- Maya- miis
- Purépecha- misitu
- Tarahumara- mìisi
- Náhuatl- Miztli
Como ves, «mixi» en Otomí es la que más se asemeja fonéticamente a “Michi”
Así que cada vez que llames a los gatos como “Michis” estarás hacienda memoria a nuestras lenguas prehispánicas.
K.Q.
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