Durante nueve temporadas, La Liga Española tuvo la suerte de contar con dos de los mejores jugadores de la historia del fútbol enfrentándose en, por lo menos, dos partidos al año.
Los clásicos entre el Real Madrid y el FC Barcelona en los que se vieron las caras Cristiano Ronaldo y Lionel Messi quedarán para siempre como algunos de los partidos más excitantes jamás disputados. Pasara lo que pasara, al llegar los partidos en que los dos gigantes españoles se enfrentaban, era imposible no enfocarse en lo que pudieran hacer el astro argentino y el portugués.
Desde que hace ya dos veranos Cristiano Ronaldo decidiera marcharse a la Juventus, a los partidos más importantes de la temporada en España les falta algo. Por su puesto ambos equipos tienen un sinfín de estrellas para continuar reclamando los focos, y a Leo Messi en un momento de forma espectacular para paliar de algún modo la marcha de su gran rival futbolístico, pero el hecho de que ya no se dé más el enfrentamiento entre los jugadores que acaparan 11 de los últimos 13 Balones de Oro nos ha dejado con una sensación de partido descafeinado ante el recuerdo de lo que fueron esos choques titánicos entre ambos.
Porque durante esas nueve temporadas se vivieron goleadas impresionantes, como el 5-0 del Barça de Pepe Guardiola en la primera visita de José Mourinho al Camp Nou como entrenador merengue, o remontadas incuestionables, como el 1-2 del Real Madrid de Zinedine Zidane en 2016, jugando con un hombre menos la última media hora de partido los blancos por la expulsión de Sergio Ramos.
El Real Madrid venció en dos finales de la Copa del Rey, la primera con Ronaldo como gran protagonista marcando el gol de la victoria en la prórroga, y la segunda con el portugués lesionado celebrando el gol de Gareth Bale a la carrera en el minuto 88 desde la grada. El Barça, por su parte, eliminó al Real Madrid de las semifinales de la Champions League en 2011, con un Messi excelso que anotó los dos goles del partido de ida en el Bernabéu, y también de las semifinales de Copa del año siguiente.
También quedó para el recuerdo la Supercopa del año 2011, que ganó el FC Barcelona con un gol de Leo Messi en el minuto 88 y hubo una tremenda trifulca desatada en el tiempo de descuento de la cual salieron expulsados Marcelo, David Villa y Mesut Özil —y que dejó la repugnante imagen de José Mourinho metiendo el dedo en el ojo al por entonces segundo entrenador culé, el tristemente fallecido Tito Vilanova.
El de este miércoles será el quinto Clásico que se dispute desde la partida de Ronaldo con rumbo a Turín y el Real Madrid no ha sido capaz de ganar ninguno de los cuatro ya disputados. El año pasado, el Barcelona venció 5-1 en su primer enfrentamiento de Liga, sin contar con la presencia de Leo Messi por lesión. Unos meses después el Real Madrid empataría en el Camp Nou en la ida de las semifinales de la Copa del Rey, para perder la vuelta en el Santiago Bernabéu estrepitosamente 0-3, y sólo unos días después volver a perder en casa en la segunda vuelta de La Liga por 0-1, con gol de Ivan Rakitic.
No pintan bien las cosas para los merengues en los Clásicos, por lo tanto, desde que se marchara Cristiano Ronaldo, pues el equipo no ha logrado encontrar un jugador que por lo menos logre intentar llenar el hueco dejado por el portugués.
El equipo no hizo ningún fichaje de relumbrón para paliar la baja de CR7 en 2018, esperando quizás que Gareth Bale o Marco Asensio agarraran el testigo del ahora jugador de la Juventus, algo que no ocurrió. Para esta temporada, se invirtieron más de 100 millones de euros en el fichaje de Eden Hazard, que justo cuando mejor estaba jugando sufrió una fuerte lesión en el tobillo que le hará perderse su primer gran duelo como madridista ante el FC Barcelona.
Tal vez sólo el magnífico estado de forma de Karim Benzema, empatado en la tabla de máximos goleadores de La Liga junto a Lionel Messi con 12 goles en lo que va de temporada, pueda acercarse a ofrecerle al Real Madrid parte de lo que perdió con la marcha de Ronaldo. El francés ha crecido exponencialmente desde que salió de la sombra del portugués y aunque nunca se le acercará en volumen de goles —más allá de que sus números frente al marco contrario sí han subido muchísimo— ahora mismo es ese jugador que responde con creces sobre el campo y del cual la defensa barcelonista tendrá que estar más que pendiente.
De Messi se espera que sea el gran agitador del Clásico, pues por algo acaba de ser elegido como el mejor jugador del año y sigue siendo el clavo ardiendo al que se agarra su equipo cuando las cosas en el terreno de juego no van de acuerdo a lo planificado. Al Real Madrid le faltará la imponente figura de Cristiano Ronaldo, algo que el club sigue intentando superar desde hace ya un año y medio, pero Zizou y su staff esperan que el resto del equipo trabaje en conjunto para poder paliar la todavía pesada baja del portugués.
