Ucrania y Estados Unidos han alcanzado un acuerdo clave para la explotación conjunta de los recursos minerales ucranianos, incluyendo tierras raras, petróleo y gas.
Según el pacto, Ucrania destinará el 50% de los beneficios obtenidos de la explotación de estos recursos a un fondo de inversión conjunto, administrado mayoritariamente por la parte estadounidense, con el objetivo de reinvertir en la economía ucraniana.
Este acuerdo es considerado esencial para la recuperación económica de Ucrania y para asegurar el respaldo de Washington en el conflicto con Rusia.
Aunque inicialmente Estados Unidos exigía que la contribución al fondo alcanzara los 500.000 millones de dólares, las condiciones económicas se han flexibilizado en la versión final del acuerdo.
Sin embargo, Ucrania no logró obtener garantías escritas de apoyo militar continuo por parte de Estados Unidos a cambio de los beneficios económicos derivados del pacto.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha valorado positivamente el acuerdo y se espera que viaje a Washington en los próximos días para la firma oficial.
Este acuerdo ha generado preocupaciones en Europa, donde líderes de países como Francia y Alemania presionan a Estados Unidos para garantizar la seguridad de Ucrania tras la guerra.
Se están considerando propuestas para desplegar una «coalición de voluntarios» compuesta por aproximadamente 30.000 soldados europeos en infraestructuras clave de Ucrania, buscando también el apoyo aéreo, logístico y técnico de Estados Unidos.
La explotación de los recursos minerales de Ucrania es de gran interés estratégico para Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a minerales críticos y tierras raras, fundamentales para las industrias tecnológica y militar.
Este acuerdo podría redefinir las relaciones geopolíticas en la región y tiene implicaciones significativas para el equilibrio de poder en Europa del Este.
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