A sus 30 años, la activista se ha convertido en la voz más visible de un movimiento que pide, con serenidad y valentía, que México reconozca el derecho a morir con dignidad.
En una conversación que desarma y reconcilia al mismo tiempo, Samara Martínez habla sin miedo de la vida, de la enfermedad y de esa línea fina entre resistir y rendirse.
Desde Chihuahua, impulsa la iniciativa Ley Trasciende, que busca legalizar la eutanasia en nuestro país. Lo hace desde su experiencia, con una enfermedad renal en etapa terminal agravada por lupus y otras condiciones médicas.
Con más de 115 mil firmas reunidas en Change.org, Samara Martínez no solo encabeza una petición, sino una causa profundamente humana.
Su historia comenzó a los 16 años, pero fue a los 22 cuando fue diagnosticada con insuficiencia renal crónica. “Me quedaba solo el 23% de la función de mis riñones”, recuerda.
Poco después llegaron los diagnósticos de glomeruloesclerosis focal y segmentaria y lupus eritematoso sistémico, que la obligaron a recibir quimioterapias, biológicos y diálisis peritoneal.
“He probado todos los tratamientos posibles para seguir viva —dice—, pero mi cuerpo no ha respondido”.
En 2021 recibió su primer trasplante, donado por su hermano menor. “Me duró solo cuatro días”, confiesa.
El segundo, en diciembre de 2023, tampoco tuvo éxito. “Estuve meses en hospitales, sometida a plasmaféresis, inmunoglobulina y quimioterapias, pero nada funcionó. En junio del año pasado me dijeron: ya no hay más que hacer”. Ese fue su punto de inflexión.
“En julio, mientras aceptaba que mi nueva realidad sería estar conectada diez horas al día a una máquina, decidí que debía transformar ese dolor en una causa.”
Desde entonces, Samara ha hecho de su historia un acto de servicio. Tocó puertas en el Congreso de Chihuahua, en el Senado y en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“Al principio fue solo mi máquina, mi motivación y mi propósito”, recuerda. “Pero comprendí que no tenía tiempo para esperar. Entonces recurrí a las redes sociales.”
En TikTok y Instagram, Samara Martínez comparte su historia con una mezcla de ternura, claridad y valentía, su mensaje se ha vuelto viral.
- TikTok: @sam.amm
- Instagram: @samaraamm
“Nos da miedo hablar de la muerte, aunque sea lo único seguro que tenemos”, reflexiona. “Pero ninguna lucha se ha ganado en silencio. Yo no quiero convencer a nadie, quiero concientizar. Nadie que no haya sentido un dolor constante puede entender lo que significa desear descanso, no por rendición, sino por dignidad.”
Su discurso está lleno de vida. En cada palabra hay lucidez, serenidad y una ternura que desconcierta.
“Me encuentro plena. Los comentarios crueles vienen del privilegio de tener salud. Nadie se quiere morir hasta que se está muriendo, y yo ya he estado ahí. Por eso abrazo este dolor y lo transformo en propósito.”
Cuando le pregunto por su frase más compartida —“Elegir una muerte digna también es vivir con dignidad”—, su voz se vuelve más firme:
“Le tengo tanto respeto a la vida y a mi cuerpo que no quiero llevarlo a instancias extremas, donde ya no me reconozca. No es rendirme; al contrario, es entender que la vida tiene un principio y un final.
He sido la mejor paciente posible. He permitido que me piquen, me mutilen, me abran y me cierren. Pero merezco decidir hasta dónde. Porque eso también es amar la vida: soltar cuando el cuerpo ya no puede más.”
Además de su activismo, Samara dirige Hemodiálogos, un programa social en Chihuahua donde pacientes además de tomar tratamientos de diálisis, comparten sus experiencias.
“Te das cuenta de que siempre hay alguien que sufre más que tú, y eso te vuelve más agradecido. Te ayuda a empatizar, a vivir más en el presente y a valorar los pequeños privilegios que tenemos sin darnos cuenta.”
Antes de despedirnos, le pido que imagine al Senado de la República frente a ella. Su respuesta, directa y poderosa, resume su causa:
“Les pediría que levanten la mano quienes quisieran vivir con dolor. Nadie la levantaría. Entonces, ¿por qué se nos obliga a personas como yo a seguir viviendo así? La medicina tiene un límite, y nada debe estar por encima de la dignidad humana.
A un perro se le da una muerte compasiva para no verlo sufrir, pero a un humano se le exige resistir hasta el final. ¿Por qué? Este derecho no es solo para mí, es para todos. Nadie está exento de enfermarse. El Estado debe demostrar que apoya la dignidad humana, no el sufrimiento.”
Samara no busca dinero ni protagonismo. Ha vendido su casa para costear sus tratamientos y aún trabaja todos los días. “Gano más espiritualmente con esto que hago que con cualquier otra cosa”, dice.
Su batalla no es contra la vida, sino por una vida que pueda vivirse —y concluirse— con amor, respeto y humanidad.
El próximo 28 de octubre, Samara se presentará en el Senado para exigir que México reconozca la eutanasia como un derecho humano.
Desde Revista Única, acompañamos su voz y la de miles que, como ella, creen que la libertad también se ejerce al final del camino.
Porque a veces, trascender también es saber cuándo soltar.
“Elegir una muerte digna también es vivir con dignidad” – Samara Martinez
Súmate a la causa de Samara Martínez
Desde mi trinchera personal —y con profunda admiración por su fortaleza—, invito a nuestros lectores a apoyar a Samara Martínez:
🔗 Firma su petición en Change.org/LeyTrasciende
📱 Síguela en TikTok e Instagram
💌 Envíale un regalo digital en TikTok: a veces, un gesto pequeño desde el corazón puede sumar en grande.
Apoyarla no es solo un acto de empatía con ella, sino con miles de mexicanos que viven cada día con enfermedades terminales y que hoy merecen ser escuchados.
Con respeto,
Guillermo Castelán
Revista Única | RPÚBLICA
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