Rihanna sin duda es la sensación del momento por su gran actuación en el mediático intermedio de la Super Bowl pero detrás de los reflectores hay una historia que nos deja un gran lección y reafirma que la violencia hacia las mujeres no debe permitirse.
Detrás de su gran talento y ahora, la hermosa familia que está formando, tuvo un pasado donde fue víctima de violencia de género. Si la violencia doméstica no fuese un asunto de vida o muerte no nos importaría nada el tratamiento que ha hecho de este episodio la cantante de Barbados.
El 20 de febrero de 1988 en Saint Michael nace Robyn Rihanna Fenty mejor conocida como RIHANNA que con su talento ha logrado fusionar géneros como caribeños con música pop y por renovar su imagen a través de los años.
Gracias a su impacto en la cultura popular se ha convertido en un ícono de la moda y de la música por lo que también es conocida como: ‘‘Reina de la moda» y »Princesa del R&B».
Actualmente cuenta de más de 250 millones de discos en todo el mundo, siendo la segunda artista femenina del género de la música con mayores ventas de todos los tiempos.
También es conocida por tener participación en causas humanitarias sin fines de lucro como lo es la organización de Clara Lionel Foundation del cual es la fundadora, así como también de la marca de cosméticos Fenty Beauty y la casa de moda Fenty bajo LVMH; Rihanna es la primera mujer negra en encabezar una marca de lujo.
Dos veces víctima de violencia de género
Su padre era cocainómano y convirtió su hogar en un gran infierno; Fenty, era en ese entonces supervisor en un almacén de Bridgetown, la capital de la isla caribeña, era agresivo hasta con su mujer, Mónica Braithwaite, además de ser adicto al crack y al alcohol lo que lo llevo a destruir a su familia.
Debido a los abusos y maltratos constantes en su casa, ella padecía de fuertes migrañas causadas por el estrés. Tiempo después la cantante demandó a su padre por supuesta falsa publicidad y fraude según los documentos presentados en la Corte Federal de Los Ángeles.
También se llegó a mencionar que en algunas ocasiones su padre tuvo que ser expulsado de los eventos en los que ella participaba, por su mal comportamiento después de haber ingerido bebidas alcohólicas.
Recordemos que, en el 2009, su ex pareja Chris Brown fue declarado culpable por agredir a Rihanna.
En la noche de los Grammy de ese mismo año, la relación entre Rihanna y Chris Brown superó todos los límites de violencia, debido a que llegaron a los golpes. El artista narra cómo fue la golpiza en el auto, asegurando que fue un intercambio de golpes entre Brown y Rihanna.
“Recuerdo que ella trató de patearme y entonces yo realmente la golpeé con el puño cerrado y le rompí el labio”, cuenta y añade que “cuando la vi estaba en estado de shock, yo me quedé preguntándome ¿por qué la golpeé así?”, declaró Brown.
Chris Brown fue condenado a cinco años de libertad condicional y a 180 días de servicios a la comunidad, aunque fue un momento que marcó la historia de la industria musical y que nadie olvidaría. Sorprendentemente, la pareja se dio nuevamente una oportunidad en el año 2012, pero su relación no llego a nada más.
Después de estos sucesos, grandes éxitos como «Man Down» y su dueto con Eminem abordaba la violencia machista.
«Me hace daño, pero me da placer», es uno de las líneas de la canción. Y en el clip, una pareja se tira los trastos a la cabeza y luego duerme abrazada. Todo formó parte de un proceso difícil: digerir un pasado traumático.
Todo esto formó parte de una una maduración inevitable la cual la llevo a lanzar su sencillo S&M (siglas que en inglés significan «sadomaso»). Por eso Rihanna exuda autenticidad y no deja opacarse.
La cantante se mostraba entre un debate: superar la agresión, olvidarla o perdonarla. Finalmente decidió perdonarla, algo que criticaron sus fans y los medios de comunicación.
«He decidido que era más importante para mí ser feliz. Y no voy a dejar que nadie se interfiera en mi camino. Si es un error, es mi error. Después de haberme atormentado durante todos estos años, estar enfadada y sentirme mal, prefiero vivir con mi realidad y aceptar las críticas. Podré soportarlo«, afirma Rihanna en una entrevista.
Esa «capacidad de perdonar» no significa que ella sea responsable de haber sido lastimada:
“Cuando alguien es golpeado, el único responsable es el golpeador.»
Quienes interactúan con víctimas de violencia machista deben tener una alta capacidad de resistencia a la frustración, deben actuar después de cada uno de estos perdones como si nada hubiera sucedido y probablemente fue el temor de Rihanna a recibir reproches tras haber retirado una denuncia lo que lleva en muchas ocasiones a no poder reaccionar adecuadamente ante nuevas agresiones.
Si bien, no sabemos las razones exactas de las acciones de Rihanna, pero si sabemos que es un ícono femenino, una mujer que perdona, y que eso conlleva la disminución de las emociones de rabia, tristeza y miedo, permitiéndole seguir avanzando y no quedarse anclada a todo aquello que le produjo dolor.
Rihanna ya no es sólo una estrella del pop. Es una marca comercial. Una máquina de facturar. Una marca que abarca moda, perfumes, cine, publicidad, filantropía, maquillaje y, por supuesto, música.
Redactado por: Ivana Rodríguez y Kimberly Ramírez
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