Aunque en la la BUAP se presentará el relevo de la abogada general, Rosa Isela Dávalos, antes de entregar el cargo rindió un informe detallado de acciones jurídicas implementadas para la defensa del patrimonio e intereses de la Casa de Estudios.
Al dar cuenta de los casos de acoso y hostigamiento sexual a mujeres de la Buap, señaló que a pesar de que existe desde el 2009 una política para prevenir y combatir ese tipo de conductas, la Casa de Estudios no es ajena a esas prácticas y el año pasado se recibieron al menos 78 quejas en contra de personal académico y no académico de la institución
De ese número 22 se iniciaron por actos de discriminación y violencia de género, 21 por acoso y hostigamiento, una más por discriminación; además se impusieron 12 sanciones,4 suspensiones, una amonestación y 7 con terminación de contrato laboral.
La Buap mantiene la política de absoluta defensa a las mujeres de toda la comunidad universitaria y seguirá haciéndolo a través de Dirección Institucional de Igualdad de Género (DIIGE) y en lo jurídico a través de la oficina del abogado (a) de la institución
Rosa Isela Dávalos en su último informe dio cuenta a la enorme cantidad de asuntos que se ventilaron.
Pero también se encargó de elaborar investigaciones administrativas respecto de conductas presuntamente cometidas por personal académico y no académico y que pudo dar a la aplicación de sanciones y hasta la rescisión laboral, observando siempre los contenidos de los contratos colectivos de trabajo.
