Cumpliendo las recomendaciones sanitarias ante la pandemia por Covid-19, se llevó a cabo, en Izúcar de Matamoros, el Segundo Festival del Maíz y Pozole.
Habitantes de este municipio y de otros llegaron hasta lugar para degustar un buen plato de pozole; los había de todo, de pollo, puerco, res y hasta de camarón.
Por supuesto, no podían faltar las tostadas, picaditas y «tamales tontos«, estos últimos de pipián y frijol, que a decir de su elaborada, solo se pueden comer con mole, o en su caso, tomarlos con café.
También, para acompañar los platillos, había a la venta aguas frescas de varios sabores: sandía, limón, horchata, tamarindo y Jamaica.
Durante un recorrido realizado por la Revista Única se notó que los costos por plato de pozole oscilaron entre los 35 y 50 pesos, dependiendo del tamaño, acompañados de todos sus ingredientes: orégano, cebolla y chilito.
En tanto, los costos de las aguas frescas eran de entre 15 y 20 pesos.
Incluso, hasta el lugar, a la hora de la comida, llegó el titular de la Secretaría de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, para saludar y recorrer este corredor que se realizó por segundo año.
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