Los de cuadro merengue festejan en el Alfredo Di Stéfano
El Estadio Alfredo Di Stéfano fungió como un templo que jugó a favor del Real Madrid. Los merengues se hicieron fuertes en su campo alterno y no dejaron escapar un solo punto como local, tampoco de visita, esa fue la clave. Diez victorias consecutivas tras la reanudación luego del confinamiento que le cayeron mejor que a nadie a los de Zinedine Zidane.
Dentro del terreno de juego, la misma tónica que los partidos anteriores: ventaja y a sufrir.
En principio, las acciones estuvieron muy igualadas, pero un error en la salida permitió Benzema abrir el marcador. Casemiro interceptó el esférico en zona de seguridad, el balón llegó a Modric, quien filtró a Benzema dentro del área y batió a Sergio Asenjo entre las piernas para el 1-0 al 29′.
Los blancos decidieron enfriar el partido antes del descanso. No arriesgaron de más para mantener la ventaja, aunque el Submarino Amarillo tampoco lograba ser tan peligroso. En el Camp Nou, el Barcelona seguía perdiendo ante Osasuna con el gol de José Arnaiz. Mejores noticias no podían llegar desde Cataluña.
Segundo tiempo y polémica en el penalti de Ramos
Para el complemento, el equipo de Javi Calleja buscó presionar al Madrid. El Villarreal se hizo de la posesión al principio buscando el empate, aunque Varane y Ramos estuvieron atentos para evitar cualquier llegada de peligro ante Courtois. Al 65′, el Barcelona empataba el encuentro en tierras catalanas por conducto de Messi, por ello el Madrid buscó el segundo gol para no depender de se rival y festejar de una vez por todas.
Al minuto 75 llegó el momento clave, cuando Sergio Ramos robó un balón atrás de media cancha y acarreó el esférico como el mejor Messi para ser derribado dentro del área para que el silbante no dudara en marcar un penalti.
El capitán blanco se puso detrás del balón (como de costumbre) dispuesto a ser efectivo, como de costumbre. Pero el Madrid tenía preparada una sorpresa, misma que no salió de la mejor manera cuando Ramos tocó para Benzema y el francés mandó el balón al fondo de la red. La pena máxima se tuvo que repetir ya que había un defensor, además de Karim, dentro del área antes del toque de Sergio. Los reclamos llegaron como cascada, pero el cobro se repitió, ahora en responsabilidad de Benzema y este lo anotó para el 2-0.
Todavía Kroos reventó el travesaño un par de minutos después, por lo que el tercero se esfumó. Villarreal nunca bajó los brazos y logró el descuento (2-1) al 83′ gracias a un gran cabezazo de Vicente Iborra que venció a Courtois. El Madrid, a sufrir como de costumbre.
Ese sufrimiento llegó a su cumbre cerca del tiempo de compensación, cuando tres remates del Submarino Amarillo no quisieron ingresar a la portería: dos atajadas de Courtois y un último remate de Ontiveros que pasó rozando el poste. Ese milagro dentro del área merengue significaba que el título no se le iba a escapar de las manos.
Las emociones no se acabaron hasta el pitazo final, ya que Asensio marcó el tercero, pero el VAR lo anuló por una mano previa. Daba igual, el Madrid es campeón y consigue su título número 34 de LaLiga, segundo para Zidane como entrenador y una motivación enorme para remontar al City en la Champions League. Para aderezar el festejo, el Barça perdió ante Osasuna gracias al gol de Roberto Torres al 94′. Hoy, el fútbol se pintó de blanco.
Zidane y su plantilla celebran en el Alfredo Di Stéfano
El título de liga 34 del Real Madrid trascenderá a la historia como uno de los más difíciles por todas las adversidades que tuvo que superar el equipo, pues además de verse rebasado por el Barcelona en la tabla una buena parte de la temporada, la pandemia de coronavirus generó un clima de suma incertidumbre.
Este parón del fútbol español, que marginó al público de las tribunas, fue aprovechado por el Real Madrid para acelerar los trabajos de remodelación en el Santiago Bernabéu, por lo que se mudaron a jugar sus últimos partidos de local en la cancha del estadio Alfredo Di Stéfano, que ahora nutre más su historia con la épica de este jueves.
Con información de Marca
#YoMeQuedoEnCasa