Hoy se jugó el partido más atractivo de la fase de octavos de final de la UEFA Champions League, donde Barcelona no encontró futbol y Messi desapareció en los primero 90 minutos de esta eliminatoria.
Hat-Trick de Mbappé que lució espectacular y uno más de Kean, los parisinos remontaron al Barcelona y ganaron 1-4
El París Saint-Germain logró la primera victoria de su historia en el Camp Nou (1-4) para colocar pie y medio en los Cuartos de Final de la Liga de Campeones en la gran noche de Kylian Mbappé, que coronó con un triplete una actuación descomunal.
Messi puso un balón para De Jong a la espalda de la defensa de las escuadra parisina y Kurzawa trabó involuntariamente al centrocampista holandés dentro del área. El árbitro pitaba penalti, y el propio Messi lo transformaba a los 27 minutos.
Mbappé, la figura del equipo visitante, no estaba dispuesto a aceptar que Messi asumiera el protagonismo del choque. El francés ya había puesto en jaque a la zaga Blaugrana en un par de internadas previas, pero esta vez, su intervención sería decisiva.
Control dentro del área a pase de Verrati, recorte sobre Lenglet y un violento latigazo al fondo de la red que dejaba a Ter Stegen sin tiempo de reacción. El 1-1 llegaba cinco minutos después del tanto del Barça.
El juego se complicaba mucho para el equipo de Koeman tras la reanudación. Mbappé lo probó nada más empezar desde la frontal y, poco después, volvía a sembrar el pánico en la zaga azulgrana en una jugada que acababa con un tiro de Moise Kean repelido nuevamente por Ter Stegen. En el 65, el punta francés remataba a placer para hacer el segundo, después de una centro de Florenzi que pilló en falso al portero culé y que Piqué no acertó a despejar.
Koeman sustituiría poco después para acabar con su suplicio. Pero el parisino estrellaba su disparo contra Ter Stegen, un minuto antes de que Kean ganara la espalda a la defensa azulgrana y cabeceara en el segundo palo para hacer el tercero del PSG.
Quedaban veinte minutos y el Barcelona, huérfano de balón y amedrentado por la contundencia ofensiva de su rival, se desangraba en el Camp Nou, donde cuatro años atrás había vivido, contra el mismo equipo, una de esa históricas noches mágicas europeas que cuestan de olvidar.
Desguardado atrás al estar obligado a recortar distancias, daba aún más facilidades al PSG, lo que aprovechó Mbappé para culminar una contra visitante con un derechazo a la escuadra a cinco minutos para el final marcaba el 4.1.
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