El volcán Popocatépetl presentó una intensa actividad en un lapso de 24 horas, periodo en el que se registraron más de 15 horas de tremor y un total de 29 exhalaciones que estuvieron acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y, en ocasiones ceniza.
De acuerdo con el reporte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de este lunes 8 de enero, los sistemas de monitoreo del coloso ubicado entre los estados de Puebla, Morelos y el estado de México contabilizaron 920 minutos de tremor, es decir, 15.3 horas de movimientos característicos de un volcán por el paso de magma a varios kilómetros de profundidad.
El tremor es una señal sísmica continua y rítmica que generalmente precede o acompaña a las erupciones volcánicas y está asociado al movimiento de magma o de otros fluidos magmáticos al interior del conducto volcánico.
“Se detectaron 29 exhalaciones, acompañada de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, además de 920 minutos de tremor de baja amplitud”, detalló el organismo científico.
El Cenapred resaltó que la actividad registrada en el volcán Popocatépetl se encuentra catalogada en Semáforo de Alerta Volcánica Amarillo Fase 2. Los escenarios previstos para esta fase contemplan que continúe la actividad explosiva de escala baja a intermedia; lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas; y posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.
Ante la presencia de ceniza, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) recomendó cubrir nariz y boca con pañuelo o cubreboca; limpiar ojos y garganta con agua pura; utilizar lentes de armazón y evitar los de contacto para reducir la irritación ocular; y cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de la casa.
“Durante la mañana y al momento de este reporte se observa una emisión constante de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, que se dispersa hacia el noreste”, detalló el organismo científico.
A su vez, el Cenapred reiteró la recomendación de no ascender al cráter del volcán, toda vez que existe la posibilidad de que ocurran explosiones, como se ha visto en varias ocasiones en el pasado, que implican la emisión de fragmentos incandescentes.
