Tal vez el momento perfecto del día
cuando las sombras ceden a la claridad
dándole vida a las inciertas formas
se presenta en el subyugante delirio
mientras el cuerpo extático lo acompasa
ofreciéndole mundo a la experiencia interior
y el yo soy cambia los argumentos ónticos
para colmar la apocalíptica esperanza.
Una imaginación morbosa se detiene.
Tras tu imán corpóreo el armario abre sus alas
y de tus prendas expuestas el enfático olor
contrasta con el respiro y movimiento del ser.
Desnuda la intimidad perfecta evoluciona.
Del vestigio al cosmos vital que hace uno
y un ir y venir del ombligo al corazón abastecen
la línea mundana y la astral abnegada.
Placentero cuadro que pinta el don de sí mismo.
Infatigable éxtasis argumenta en el abrazo
la cadencia de voz con la narración silenciosa
a cargo de los negros y codiciosos besos.
Un flagrante éxtasis domina y encumbra.
Adormece el día completo y enjuta hechos
mientras ruinas y despojos del acontecer
al armario abierto regresan entre éxtasis.
Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com
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