Jaime Zambrano
Más de 156 mil personas en Puebla perdieron su ocupación, ya sea formal o informal, en medio de la pandemia del covid-19. Uno de los sectores más afectados fue el de ocupación por cuenta propia en donde se registró una reducción de 64 mil trabajadores.
De acuerdo con el análisis “El empleo en Puebla a un año del inicio de la pandemia”, basado en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), realizado por Anselmo Salvador Chávez Capó, investigador de la Escuela de Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), la desocupación afectó en mayor medida a personas que recibían más de dos y hasta tres salarios mínimos, luego de que en este rango salarial, 103 mil poblanos perdieron su empleo, trabajo u ocupación.
A un año de que se presentó en la entidad el primer fallecimiento a consecuencia del virus SARS-CoV-2, el 29 de marzo de 2020, el gobierno de Puebla confirmó la muerte de un trabajador jubilado del Hospital Universitario que laboraba como camillero en el Hospital Ángeles, y de la suspensión de actividades no esenciales y clases presenciales a finales de marzo, en Puebla, la tasa de desocupación en Puebla pasó de 2.5 por ciento a 6.1 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).
“Las consecuencias de la crisis generada por la pandemia del covid-19 se sintieron, sobre todo, a partir del mes de abril de 2020 y el impacto sobre la actividad económica afectó un mercado laboral ya debilitado por brechas en materia de acceso y calidad del empleo. En los primeros meses de la pandemia se observó una salida masiva de personas de la fuerza laboral y la pérdida de millones de empleos formales e informales”, destacó el investigador.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) del Inegi, entre el cuarto trimestre de 2020 respecto al mismo periodo de 2019, revelan que la Población Económicamente Activa (PEA) en Puebla se redujo en 53 mil 560 personas, luego de que se redujo de dos millones 953 mil a dos millones 900 mil.
La población ocupada cayó a dos millones 723 mil personas. Entre las 156 mil personas que perdieron su ocupación, 41 por ciento, 64 mil, eran trabajadores que realizaban sus actividades por cuenta propia.
Dentro de la población que quedó desocupada, casi 90 por ciento, 140 mil realizaba actividades primarias, es decir, aquellas relacionadas el aprovechamiento de los recursos de la naturaleza que no han sufrido una transformación previa como la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza.
El reporte agrega que del total de personas que perdieron su ocupación en medio de la pandemia, 40 mil 900, es decir, 26 por ciento, se ubicaban en el sector terciario, es decir, en el nivel de la economía en donde se reciben los productos elaborados en el sector secundario para su venta, como los servicios, el comercio, las comunicaciones y los transportes.
Entre las personas que se quedaron sin ocupación, 104 mil, 66.6 por ciento estaban ocupadas entre 15 a 34 horas por semana. En otras palabras, dos de cada tres personas que perdieron su ocupación en medio de la pandemia, trabajaban medio tiempo o más, sin llegar a completar la jornada laboral de ocho horas diarias.
“Algunos grupos poblacionales son más vulnerables ante los efectos de la crisis sanitaria y económica, si bien sea han tomado algunas medidas para contener el impacto de la pandemia en el mercado laboral, la crisis que se experimenta tiene consecuencias y se debe garantizar una recuperación sostenida y sostenible por medio de políticas públicas de apoyo al empleo, principalmente en el sector primario, así como en el terciario”, explicó el académico.