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Pide Ibero Puebla reforzar acciones para localizar a dos mil 800 personas en el estado

A nivel nacional, cuatro de cada 10 personas que fueron reportadas como desaparecidas, permanecen sin ser localizadas; mientras que en el estado de Puebla falta por encontrar a un total de dos mil 882 habitantes.

De acuerdo con el Informe sobre la Situación de Desaparición de Personas en Puebla, realizado por investigadores del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Universidad Iberoamericana Puebla, el caminar de las familias en búsqueda de un ser amado está repleto de aprendizajes sobre el derrumbe emocional, el acompañamiento comunitario y la lucha contra la inacción institucional.

La desaparición impacta en dos momentos: la sustracción en sí de la persona y el proceso de búsqueda; mientras que las afectaciones se manifiestan en el estrato psicológico, social y económico. Con ello, los colectivos se convierten en sustentos prácticos y afectivos.

En el país existen, al menos 220 mil 280 personas que han sido víctimas de desaparición, de las cuales, 40 por ciento permanecen sin ser localizadas. En Puebla, se registran a dos mil 882 personas desaparecidas.

Tadeo Luna de la Mora, responsable de Seguridad y Justicia del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (IDHIE) de la Ibero Puebla, destacó que acciones como dilación, simulación y sustitución entorpecen los procesos de búsqueda y orillan a los familiares a llevar a cabo tareas que no les corresponden.

“Desde 2019, la Universidad Jesuita ha acompañado a colectivos de personas desaparecidas, tanto en la dimensión psicoafectiva como en acciones formativas, jurídicas y de difusión. Instamos a las autoridades a que pongan a las víctimas en el centro de la discusión”, expresó Luna de la Mora.

Comentó que el joven Juan de Dios Núñez Barojas volvió a casa cinco años después, pero no se fue por su propio pie, como aseguran voces desde el poder porque fue sustraído y asesinado. Su madre, María Luisa Núñez, dedicó el último lustro de su vida a exigir respuesta a la pregunta “¿dónde está mi hijo” junto a otras personas con el mismo reclamo. Así nació el colectivo Voz de los desaparecidos en Puebla.

“Es así que los colectivos se convierten en sustentos prácticos y afectivos, como ocurrió a María Luisa Núñez: de marchar sola junto a Lucía Linares, madre de las víctimas Abraham y Vicente Basurto, pasó a instalar un plantón frente al Congreso de Puebla”, expresó.

En su participación durante la presentación del informe de la Ibero Puebla, María Luisa Núñez, fundadora del colectivo la Voz de los Desaparecidos en Puebla expresó que la desaparición fractura la vida, pero la búsqueda, de alguna forma, empodera.

“Ocurre a través del coraje conjugado por el amor que cada persona siente por su familiar. Por ese amor levantamos nuestros pedacitos y nos unimos. Nunca nos caímos”, añadió Núñez Barojas, quien agregó que surgen los colectivos a partir de grupos de personas que le han perdido el miedo a la vida, a la muerte y a las instituciones.

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