Pedro Fernández llegó a Puebla con su tour «Ave Fénix» llenando de alegría a sus fans y rindiendo un homenaje a Paquita la de Barrio y a Leo Dan.
La noche del sábado 23 de febrero, el Auditorio GNP de Puebla se llenó de pasión y nostalgia con la presentación de Pedro Fernández y su esperado tour “Ave Fénix”.
El aclamado cantante, conocido por su inigualable estilo y carisma, brindó un espectáculo que quedó grabado en la memoria de todos los asistentes.
Las puertas abrieron a las ocho de la noche para dar acceso a los asistentes. Hubo un meet and green en donde sus más cercanos fans pudieron tener una convivencia con el cantante en la sala de prensa del recinto.
Pasas las nueve de la noche, se apagaron las luces para dar inicio al Ave Fénix, una presentación muy esperada por las y los seguidores del cantante quienes llenaron el ruedo y los dos niveles del auditorio.
Inicio del concierto de Pedro Fernández
Desde el primer acorde, el público se entregó por completo. La velada comenzó con “Canción del Mariachi”, tema con el que Pedro encendió los ánimos del auditorio.
Acompañado de un grupo de mariachi y ballet folklórico, el artista demostró su gran presencia escénica y dominio del escenario.
El repertorio incluyó grandes éxitos como “El Aventurero” y “Quién”, además de nuevos temas como “Tanta Fortuna” y “Dulcesito de Chamoy”, que fueron coreados con entusiasmo por los asistentes.
La interacción de Pedro Fernández con su público fue un elemento clave de la noche, logrando una conexión especial con cada uno de sus seguidores.
También pidió unos aplausos en homenaje a grandes figuras de la música. Pedro Fernández dedicó unas sentidas palabras al legendario cantante argentino Leo Dan y recordó con profundo respeto a Paquita la del Barrio, quien falleció recientemente.
Con un fuerte aplauso, el público rindió tributo a estas figuras que marcaron época en la música latinoamericana.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando el cantante invitó al escenario a varios niños vestidos de charro para interpretar juntos “La Mochila Azul”.
Esta escena, llena de ternura y nostalgia, conmovía a los presentes, recordando los inicios de la carrera del artista.
El cierre del concierto fue con un popurrí de música mexicana, con Pedro Fernández despidiéndose entre ovaciones y dejando a su público con la promesa de seguir llevando la música ranchera a todos los rincones del mundo.
Sin duda, una noche que quedó en el corazón de las y los poblanos.
