sábado, febrero 8, 2025
22.7 C
Puebla
spot_img
spot_img
spot_img

OTROS ARTÍCULOS

Paso a paso

Es probable que ayude más el olvido que la memoria. También es posible lo contrario. Una combinación, no sabría cómo, asimismo ayudaría.

La memoria lleva al mismo lugar en tiempos incoherentes, aunque penetrantes. Recupera el aliento. Un mismo eje actualizado en retrospectiva. El olvido obliga a la hechura de nuevos tiempos en asombrosos ámbitos, incluso jamás imaginados. El avanzar con juego cambiado, incluso en un mismo juego avanzado.

La protección que forja la memoria es refugio, templo, cúmulo de identidad y destreza, nombre, también prestado en lugar del nuestro.

El olvido desnuda: lleva al inicio, sin nombre ni título, al renacer constante, en la inicial acumulación, en el rescate de algo que se llama vida.

No logré comprender del todo el fin de la vida, la finalidad de mi vida, aunque sin memoria me he forjado una ruta en el interesante deber del tener memoria una vez que despierto, cuando despierto.

Preguntó un libro que leí hace años por la intención de tu vivir, por la finalidad de una vida. Redacté una nota ese día, fresca y lozana, de una profundidad inusitada, pero cada día ensayo ese motivo y cada revisión es tan genuina como la anterior. Ese día se actualiza y, con ello, la interrogación perenne que llega al mismo punto.

A la distancia de este circular, lo que sí es seguro es que el fin del vivir juega su valor en el intercambio de la memoria que me concede sentimientos y un olvido que multiplica mis figuraciones.

Al final el doble as que el jugador deberá combinar en el barajar con la muerte los pasajes preciosos de la vida.

¡De pronto recordé que hay más memoria en el olvido que mantiene mis pies en el camino por la mejor memoria!

Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com

ÚLTIMOS ARTÍCULOS