El Palacio de Bellas Artes empezó a construirse al final del mandato de Porfirio Díaz con motivo de la celebración del centenario del inicio de la Independencia de México, pero fue concluido e inaugurado hasta el 29 de septiembre de 1934 debido a la Revolución mexicana.
Es un recinto cultural ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, considerado el más importante centro artístico en México y una de las casas de ópera más renombradas del mundo.
Ha sido escenario y testigo de impactantes acontecimientos tanto artísticos, como sociales y políticos.
En 1897 el gobierno de México compró a María del Carmen Alatriste Cuesta (madre de Carmen Serdán y Aquiles Serdán) el edificio del Gran Teatro Nacional de México, además de otras casas en la actual avenida Cinco de Mayo.
El ingeniero mexicano Gonzalo Garita y el arquitecto italiano Adamo Boari presentaron en 1900 proyectos con el fin de ampliar y remodelar el Gran Teatro Nacional, pero en 1901 el gobierno decidió cambiar en su totalidad el proyecto para construir un nuevo edificio, ordenándose la demolición del Gran Teatro Nacional.
La altura del edificio es de 53 metros hasta el espiral y 42.5 m hasta el techo. Cuenta con 4 pisos y un estacionamiento subterráneo. Debido a la diferencia en las épocas de inicio y construcción, el palacio tiene varios estilos arquitectónicos predominando el art nouveau en su exterior y el art decó en el interior.
El palacio está asentado sobre arcilla llamada montmorillonita y esto provoca un continuo hundimiento del palacio.
El hundimiento del suelo comenzó a manifestarse en 1907 y para 1921 ya se había hundido más de 1.80 metros. Hasta la fecha se puede apreciar este fenómeno, pues el palacio se encuentra varios metros por debajo del nivel de la calle.
La fachada principal, que da a la Avenida Juárez, está hecha de mármol de Carrara. En el interior del portal hay esculturas del italiano Leonardo Bistolfi, que representan la Armonía, rodeada de Dolor, Felicidad, Paz y Amor. Otra parte de la fachada contiene querubines y esculturas que representan la música y la inspiración.
En el frente de la plaza del edificio, diseñado por Boari, hay cuatro esculturas de Pegaso que fueron hechas por el catalán Agustí Querol Subirats, éstas habían estado en el Zócalo antes de ser colocadas ahí.
El techo que cubre el centro del edificio está hecho de cristal diseñado por el húngaro Géza Maróti y representa las musas con Apolo.
Una estructura del palacio que desapareció es la Pérgola que se encontraba en el costado poniente del palacio, en la Alameda Central. En 1982 se realizaron obras para la construcción de un estacionamiento subterráneo.
Es un edificio con diversas y variadas áreas, por lo que alberga escenarios y espacios artísticos como el Museo Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arquitectura. El primero exhibe de forma permanente 17 obras murales de siete artistas nacionales ejecutadas de 1928 a 1963.
Sus Murales
Los pisos entre la planta baja y el piso superior están decorados con una serie de murales pintados por la mayoría de los más famosos muralistas mexicanos.
En el segundo piso se encuentran dos obras de principios de 1950 de Rufino Tamayo: México de hoy y Nacimiento de la nacionalidad.
En el extremo oeste del tercer piso está El hombre controlador del universo, encargado originalmente por el Centro Rockefeller de Nueva York en 1933.
El mural muestra una variedad de temas tecnológicos y sociales, fue controvertido por la inclusión de Lenin y un desfile soviético del primero de mayo.
Los Rockefeller no estaban contentos con la pintura y el trabajo incompleto finalmente fue destruido y pintado.
Diego Rivera lo recreó aquí en 1934. En el lado norte del tercer piso se encuentran La nueva democracia de David Alfaro Siqueiros y el Carnaval de la vida mexicana (cuatro partes) de Rivera; al este se encuentra La catarsis de José Clemente Orozco, que representa el conflicto entre los aspectos sociales y naturales de la humanidad.
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