viernes, abril 25, 2025
23.2 C
Puebla
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

OTROS ARTÍCULOS

¿Muchos antojos? Probablemente sea hambre sensorial

El hambre sensorial es una realidad en nuestra sociedad moderna. A medida que buscamos satisfacción y plenitud en nuestras vidas, es esencial recordar nutrir nuestros sentidos.

Pan, pasteles, pizza, chocolates, hamburguesas, esquites, refrescos, helados, dulces y todos los antojos que se te puedan venir a la mente puede ser ocasionado por algo llamado Hambre sensorial.

Aunque en un principio pueda sonar contradictorio, el hambre sensorial se refiere a esa sensación de insatisfacción o deseo intenso que experimentamos cuando nuestros sentidos se ven privados de una estimulación adecuada o por el contrario, son bombardeados de estímulos como la publicidad.

El hambre sensorial es una de los 5 tipos de hambre que existe. Y es que esta es la más curiosa pues en este tipo de hambre los que jugaran un papel muy importante serán nuestros sentidos.

Es importante comprender que va más allá del hambre física o de la necesidad de alimentarnos. Nuestros sentidos, como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, están constantemente en busca de nuevas experiencias y estímulos. Cuando estos sentidos se ven privados de estímulos interesantes, se puede desencadenar el hambre sensorial.

Imagen: Pexels

Por ejemplo.

Podemos no tener hambre y sentirnos satisfechos, pero vemos algo de comida o llegamos a oler algo y automáticamente despertamos un hambre que no sabíamos que teníamos.

Otro ejemplo es cuando en alguna conversación oímos el nombre de algún tipo de comida o postre y automáticamente nuestro cerebro ya está pensando en comerlo.

Puede que a más de uno nos pase que vemos recetas deliciosas en videos o revistas y de repente nuestro inconsciente ya está buscando algo de comida para saciar esa hambre que viene de la nada.

Incluso estos sentidos sobre pasan hasta llegar a la imaginación. A quien no le ha pasado que en época de calor imaginamos un refresco o una cerveza bien fría. Y despertamos ese antojo.

Imagen: Pexels

Saciando el hambre sensorial

Para controlar todos los antojos que tenemos unas muy buenas opciones podrían ser las siguientes:

Explora nuevos lugares

Sal de tu rutina y visita nuevos lugares. Explora parques, museos, mercados locales o cualquier otro sitio que despierte tus sentidos y te permita descubrir nuevas experiencias visuales, auditivas, olfativas y táctiles. Actividades que no nos hagan pensar en comer. Evita el cine, pues ahí es inevitable pensar en palomitas.

Experimenta con la comida

Al probar nuevas recetas y expandir nuestras papilas gustativas a muchos otros alimentos. Mantendremos nuestro cerebro y sentidos ocupados en descubrir que en saciar. Experimentemos con recetas e incluso viajemos a otras culturas, sin salir de la cocina.

Buscar actividades extras

Danza, pintura, deportes, música o cualquier actividad que requiera máxima concentración es una gran opción para mantener al régimen a tu estómago. Al igual que practicar senderismo o simplemente disfrutar de las caminatas al aire libre para conectar con la naturaleza.

Imagen: Pexels

El punto de todo es mantener a la mente ocupada para que nuestros sentidos de perciban algún estimulo. Pues esto solo genera una ingesta de comida excesiva. No está mal tener un antojo de vez en cuando, incluso puede ser indicador de buena salud el tener apetito. Solo no hay que abusar de la excusa del antojo para saciar huecos que creemos tener.

Te puede interesar:

El Poder de una Dieta Saludable para el Estado de Ánimo

ÚLTIMOS ARTÍCULOS