En esta colaboración me referiré a la lucha por la Independencia que continúo este prócer de la patria, a la muerte del cura Miguel Hidalgo y Costilla, me refiero a don José María Morelos y Pavón, él a través del Congreso de Chilpancingo, plasmó las teorías políticas y sociales con profundo realismo, que en ese momento requería la Nación.
Y es que conocemos lo que la generalidad nos dice de nuestra independencia: pero en este texto deseo ser un poco más específica en torno a la importancia que tuvo este Congreso y lo que representó para nosotros como mexicanos. Hoy más que nunca a 211 años de nuestra independencia, quienes hacen las leyes y las ejecutan deben tomar ejemplo de la firmeza y honorabilidad con la que hombres como Morelos actuaron y lucharon por México.
Según el libro biográfico Morelos el Siervo de la Nación escrito por Ubaldo Vargas Martínez de la Biblioteca Mexicana del Conocimiento de la editorial Letras y Voces, un investigador que narró en forma muy amena la vida de Morelos. El texto refiere que en el Congreso de Chilpancingo, como primer punto solicitó: “declarar la absoluta independencia de la Nación…( )”; 2) “Afirmar que la soberanía dimanara del pueblo y que éste la deposita en sus representantes quienes la ejercitan a través de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)…( ).
3) “Establecer que todos los hombres son iguales y sólo se reconoce la aristocracia del trabajo, del talento y de la virtud. Así mismo que “las leyes que dicte el Congreso deben ser tales que obliguen a la constancia y al patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia y de tal suerte aumenten el jornal del pobre que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
“Así el 5 de octubre de 1813, Morelos en uso de sus facultades que le confería su cargo del Poder Ejecutivo y Generalísimo de los Ejércitos, decretó solemnemente la abolición de la esclavitud, ratificando lo que tres años antes Miguel Hidalgo había proclamado…( )”.
…“debe alejarse de la América la esclavitud y todo lo que a ella huela, mando a los intendentes de provincia y demás magistrados, velen sobre que se pongan en libertad cuantos esclavos hayan quedado, y que los naturales que forman pueblos y repúblicas hagan sus elecciones libres…”
Hablemos de sus rasgos físicos: su estructura ósea era robusta y muscular. Su tronco era ancho. Un dato curioso que nos narra el autor es que Morelos era identificado por criollo, porque en su fe de bautismo decía que era hijo de españoles, pero por sus rasgos de raza, bien podría decirse que era mezcla de india y negro. Tenía el pelo típico de la raza negra, grueso y ensortijado y en una sociedad de castas en la que había una recia discriminación, era un rasgo que Morelos ocultaba, por esa razón siempre usaba un pañuelo blanco en la cabeza.
Sin duda, Don José María Morelos era un hombre nacido para actuar, mandar y dirigir, un líder nato que procedió con firmeza. El autor lo denomina como: estratega, legislador y estadista, influenciado sin duda por Don Miguel Hidalgo y aunque el destino truncó su lucha un 20 de diciembre de 1815 cuando fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec, “hoy vive el apóstol que amó a los desposeídos y humildes y que convocó por los caminos de la justicia a la unidad de todos los mexicanos, sus ideas permanecen vivas en esencia, pues se injertaron en el tiempo y alientan” a las nuevas generaciones a vivir con entrega, pasión y sacrificio para luchar por nuestros ideales y por lo que uno cree”. ¡Que Viva México!
Amor a mi patria, al suelo que me vio nacer
Hondean vientos de esperanza y libertad
Herencia de arrojo y honor
Un pensamiento rodea mi espíritu inquebrantable
Legado y enseñanzas de hombres como tú
Robusto, de corazón sensible y digno
Tu muerte no logró detener tus ideas
Cimientos de una nación que aún está por redimirse
Más fuerte, más justa, más libre
Mi amado México, mi amada casa
Vengo a ti, siempre
Eternamente
¡Viva! Vive en nuestro corazón Don José María Morelos y Pavón
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