Si hay algo que dio de qué hablar durante la ceremonia número 61 del Grammy fue la presencia inesperada de Michelle Obama. La ex Primera Dama de Estados Unidos fue una de las presentadoras de la noche y con su aparición en el escenario revolucionó toda la velada.
Y es que después de que Alicia Keys (anfitriona principal) diera la bienvenida al público al inicio de la ceremonia, la esposa de Barack Obama apareció junto a Jennifer Lopez, Jada Pinkett Smith y Lady Gaga.
Primero hablaron sus compañeras de escenario, y de hecho, Michelle fue la última en decir un discurso, pero en cuanto empezó a hablar fue interrumpida por una fuerte ovación (consistente en gritos y aplausos) que no la dejaron continuar.
De hecho, llegó un momento en que tuvo que acallar al público con un “Tenemos un show que dar“.
Cuando por fin regresó la calma y el silencio, Michelle Obama dijo lo que había venido a decir al Staples Center de Los Ángeles, donde se llevó a cabo la ceremonia.
“Desde los álbumes de (la disquera) Motown que desgasté cuando vivía en el South Side (de Chicago) a la canción ‘Who run the world’ (en referencia a ‘Run The World (Girls) de Beyoncé) que me dieron energía en la última década, la música siempre me ha ayudado a contar mi historia. Ya sea que nos guste el country, el rap o el rock, la música nos ayuda a compartirnos a nosotros mismos, nuestra dignidad, nuestras penas, nuestras esperanzas y alegrías. Nos ayuda a escucharnos unos a otros, a invitar al otro. La música nos enseña qué es lo importante, cada historia, cada voz, cada nota en cada canción. ¿Verdad, señoras?”.
Luego de unas horas, Michelle Obama explicó su presencia en la ceremonia: “Gran parte de la amistad es estar ahí para ustedes, chicas, por eso estaba emocionada de estar ahí para la única @aliciakeys en el Grammy. Ella es una de las personas más auténticas y atentas que conozco. No hay nadie mejor (que ella) para ayudarnos a todos a celebrar el poder unificador de la música”.
Fuente: Quién
