La selección olímpica perdió su pase a la gran final ante Brasil, que luce como favorito para colgarse la medalla de oro
México enfrentó a una selección que se mostró firme en el campo de juego. Los brasileños estudiaron a la perfección los movimientos y predijeron los diferentes planteamientos que Jaime Lozano tuvo en mente.
Sin idea y sin una táctica fija, México mantuvo el cero en el arco y fue hasta los penales donde Brasil se quedó con el triunfo.
Tristemente, el Tri nunca fue superior en 120 minutos de historia, y en los tiros desde los once pasos, los del Jimmy Lozano ya no pudieron al caer 4-1.
El Tri de Jaime Lozano mostró determinación y fortaleza. Fueron inteligentes y reacios para combatir a los embates que pudieron escribir la historia en el primer tiempo a favor de Brasil, pero el equipo mexicano se atrincheró bien y resistió hasta nulificar a los de enfrente.
En todo el encuentro, México tuvo dos oportunidades para definir el compromiso, y las desperdició, sabiendo que ante Brasil, perdonar tiene un precio muy alto.
El primer tiempo fue un auténtico vendaval que México pudo apenas contener. La pelota pasó de forma permanente por los pies de los futbolistas brasileños. El Tri sufrió la falta de posesión, al grado tal de que Brasil tuvo el esférico hasta casi un 70 por ciento del tiempo.
Al 28′ Douglas Luiz buscó dentro del área el contacto con Esquivel, al frenarse dentro del área aun con la posesión de la pelota. El árbitro del encuentro primero sancionó penal, pero tras la revisión en el VAR se echó atrás la decisión.
Al 41′, Alexis tomó la pelota, buscó un largo cambio de juego para Antuna, y este sirvió para el centro con Romo que disparó y el arquero atajó. Dos minutos después apareció la pelota en los pies de Uriel Antuna en condiciones similares. No logró patear con claridad, y tampoco controló. México perdonó.
Para la segunda mitad, Lozano tuvo que prescindir de Joaquín Esquivel por lesión y su lugar lo ocupó en el campo ‘Charly’ Rodríguez. México equilibró el dominio de las acciones y Brasil ya no tuvo el dominio de la situación, y tampoco de la pelota.
Diego Lainez hizo lo propio por Uriel Antuna, quien había dejado escapar una ocasión clara, mientras que un poco más tarde, Jesús Angulo ingresó por Cordova, cuando el encuentro ya se había convertido en espeso y los brasileños se tiraban descaradamente ante cualquier mínimo contacto.
Brasil estuvo cerca al 82′. Un sólido remate de cabeza de Richarlison, quien giro el cuello tras el centro desde la derecha. La pelota se estrelló en el palo derecho del arco de Ochoa, quien dramáticamente intentó llegar hasta la ronda, pero no pudo ni tocarla.
El duelo no dio para más en 90 minutos y fue necesario llegar al alargue. 30 minutos más de angustia en la lucha por un lugar en la Final.
En los tiempos extra, ninguno de los dos equipos tuvieron alguna ocasión clara. El dominio se dividió, faltó claridad y espacios. También faltó creatividad para sorprender, dadas las condiciones físicas de los dos cuadros.
En los penales, la moneda estaba echada. Eduardo Aguirre y Johan Vásquez fallaron. El ‘Mudo’ entregó la pelota al arquero y el zaguero de Pumas reventó el poste derecho del guardameta. Los brasileños no fallaron.
Ahora tocará turno de que México pueda pelear por otra medalla de bronce, el próximo viernes contra Japón; mientras que Brasil luchará por el oro ante España.
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