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México en 2050

I

-Miranda, el avión sale en un par de horas, el vuelo no esperará por ti y en estos momentos no hay permisos privados. ¡Apresúrate!

Ya voy, papá, déjame cerrar la cápsula del tiempo para que Juan la entierre en el árbol de ciprés que está junto a la cabaña de invitados. No me voy por mucho tiempo, pero quiero dejar constancia del momento exacto de mi partida a la Harvard University. ¡Yes!  

Impaciente, Román mira la hora en su Rolex de acero que, pronto será reemplazado por uno con diamantes. La reunión con el gabinete de seguridad en el campo Marte está programada a las 8:00 A. M. en punto y Román sabe que los militares no soportan la impuntualidad,  como los civiles que pueden relajarse un poco y llegar tarde a sus compromisos. Si algo ha aprendido es arrebatarle a la vida todas las oportunidades para incrementar su -de por sí cuantiosa- fortuna que le permite ser uno de los primeros 100 lugares en la Revista Líderes.

Con perfil bajo hasta hoy, día de la publicación, espera impaciente el momento de controlar no sólo y en exclusiva los  contratos de obra, sino la seguridad pública en su país. México está bañado en un torrente de sangre: cientos de personas mueren diariamente por el crimen organizado y la violencia extrema; entre las familias la desesperanza es cada vez mayor; el tejido social está resquebrajado; hijos contra padres; niños huachicol; esposos frustrados golpeadores y asesinos de mujeres; hermanos contra hermanas; niños que viven el horror de madres y padres adictos; que pronto evadirán sus propias realidades con algún maldito vicio.

Como Mía y Maikol, quienes son despertados a mitad de la madrugada al sentir el líquido helado de cerveza que les cae en el rostro: “¡Párense hijos de la tal y por cual, sí soy pu…y de eso tragan!”, cada palabra es como una daga hiriente en su frágil y desdichada vida.

Estas escenas son la constante en un México sojuzgado, engañado, herido de muerte y  polarizado. Ni hablar de libertad de expresión, después de todo se revive la vieja frase: yo no pago para que me peguen. El gobierno gasta miles de millones de pesos en publicidad y convenios de información con los medios de comunicación más importantes, también los de poca penetración, ¡todos, Maldita sea! Son como niñitos cantores de Viena que al unísono repiten los hechos “nobles” y “loables” del gobierno en turno, por eso han perdido la credibilidad. Mantienen la complicidad con los oligarcas, se creen dueños de México, son descendientes de españoles y actúan como tal. Por ello, hay que hacer más negocios e invertir unos cuantos millones de dólares a la campaña que está en puerta.                            

Dos semanas bastaron para que el empresario y asesor del Presidente concluyera, junto con sus más cercanos colaboradores, el Proyecto de la Policía Nacional que hoy presenta. Los mandos estatales no van a rendir cuentas a sus gobernadores únicamente al Secretario de Seguridad Pública del país y éste al Presidente. En la sala de juntas, sentado en la cabecera, transita embalada por su mente su triste niñez: a los ocho años su madre lo dejó al cuidado de una tía, nunca supo más de ella. Desprecio, golpes, vejaciones, humillaciones y regaños habrían sido el pan nuestro de todos los días; eso lo ha convertido en alguien más bien bipolar, empero contra todo pronóstico es un padre y esposo “ejemplar”. Desde abajo ha forjado su mundo ideal; las heridas sirvieron para que en su alma aflorara la noble expresión de un carácter más bien tierno y dulce cuando se convirtió en papá. Miranda es todo para él, su lado débil, el amor más puro que tiene. ¿Pueden imaginar a un hombre más bien arrogante, cruel y ambicioso que no se detiene ante nada para lograr lo que se propone? Su única e insuperable debilidad es: su primogénita y solitaria heredera.

Al menos una veintena de funcionarios, militares y empresarios rodean la mesa oval de madera de caoba; las luces tipo plató iluminan perfectamente el lugar que es trastocado por un día lluvioso atisbado de grises y obscuras nubes… De súbito una llamada telefónica lo hace palidecer: el avión 345 rumbo a Cambridge se ha desplomado, dejándolo sin tiempo para reaccionar, hundiéndolo en un dolor profundo que lo llevaría hasta la confusión. Román apenas articula palabra, queda estático, petrificado, sumido en una espiral de dolor; le viene un shock nervioso y, luego, un paro fulminante al miocardio… No hay más… Nunca se lleva a cabo esa reunión. El otrora poderoso y avaricioso funcionario ha muerto y, con él, los resabiosos copartícipes a los que llama equipo. El líder y quien patrocinaba la red de control en materia de seguridad pública dejó en la orfandad a cientos de cómplices. Después de todo el Presidente sólo es un títere que obedece a los verdaderos dueños del mundo: los empresarios, donde México no es la excepción. Tardarán en reagruparse, pero hoy por hoy los factores reales de poder están descabezados… La bolsa mexicana se desploma, socios e inversionistas dudan en mantener sus capitales en el país.   

II

Recostada en el sofá color mostaza que hacía contraste con el escritorio gris de cristal templado, Miranda abre la cápsula del tiempo, hace poco sabe la verdad, su mamá se la dijo. Ella la aceptó porque piensa que era imposible coincidir en tiempos y mundos distintos, pero la habían dejado como experimento y fuga de información de los humanos. La habían hecho perfecta. Nunca se hubiera dado cuenta hasta que sufrió el atentado en el avión, que la hizo percatarse que a pesar de que el fierro la traspasó, no hubo daño en tejidos… Ese suceso sirvió para encontrar la misión a la que la enviaron, reivindicar todo el mal que su papá hizo en la Tierra. Es la primavera de 2050, en México los índices delictivos son del 000.6 por cada 100 mil habitantes; los niños juegan libremente en las calles; las casas carecen de rejas; los automóviles están aparcados en las aceras; no hay protecciones en las ventanas; Es un mundo embellecido, con centros históricos de las ciudades mexicanas, cuyos edificios irradian perfección, a las compañías aseguradoras de piezas de autopartes no les conviene establecerse en el país porque no hay quien los compre. La muerte de Román anuló para siempre el Plan Nacional  de Seguridad y toda la corrupción humana y material que implicaba.  

Una nueva especie germina, sonrientes, despreocupados y felices caminan miles o millones de Mías y Maikols en un mundo ideal que, por fortuna, no les fue arrebatado, porque el cosmos que nos vigila más allá de lo que percibimos siempre nos protege de nosotros mismos… Bendito día en el que México es similar a Suiza y no hay sufrimiento de más. Hemos triunfado ¡Todos se alegran!

María Eugenia Mora
Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la Universidad Autónoma de México, María Eugenia Mora ha destacado por su trayectoria en medios como El Heraldo de México, La Voz de Puebla y El Sol de Puebla. De 1991 a 1995, fue reportera en las giras de los gobernadores Manuel Bartlett Díaz y Melquiades Morales Flores. Desde 2007, forma parte del Consejo Editorial de la revista ÚNICA y conduce el programa Cinco Mujeres en la XEHR. Además, es coautora del libro Crónicas de Puebla, 50 años, reflejando su compromiso con la narrativa histórica y cultural del estado.

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