Vacío e impávido. La materialidad que me circunda el pecho convoca desde dentro de mí aquella moralidad que nace y renace.
Me voy llenando de realidad que evalúa sin decir nada quien soy. Un dolor la acompaña como gota eterna que vislumbra mi interior interrogante.
Llamo a la palabra que no hace justicia a cosas ni objetos pero al nombrarlos los eleva a la copa del árbol para que actúen como dioses en divinidad pronunciada.
Llamo a la razón para los intuya y deforme entre sentimientos que abortan figuras y los falsos profetas que abandonan debido a su mala fe.
Llamo al sueño para que se aproxime a ellos con nuevas palabras y al eros sagrado que no dejo de razonar como el amor que renace fraterno.
En un movimiento el papel deja de ser blanco codiciado para convertirse en ilusión expresiva de la poesía que hace agua y que evapora sus poros con frases.
En un tiempo inabarcable los signos danzan en la traducción que el ojo ajeno convierte en vena silábica que enaltece las palabras y la mueve sin parar.
En un cúmulo de espacios la cabeza estalla en la ensoñación producida por los convocantes vasos que ya entienden la propuesta de dos.
Vacío e impávido cambian el rumbo. Penetro esa materialidad y la investigo con la sola intuición del poema que quiere explotar las entrañas universales.
Me hago de frase, dios y sueño, pilares que dibujan órganos, preguntas y disfraces.
El amor penetra porque balancea con el susurro el claro de vida que es eclipse.
La pasión ciega sus fugas al disponerlas en un cielo disipado de fronteras.
La serena transfiguración lleva al objeto de amor su instancia de fe y trayectoria.
Casi es media noche. Lleno e inquieto me hunden las palabras en su realidad y su materialidad inanimada me aprieta el costillar y expulsa la materialidad material.
Renazco, listo al nuevo encuentro del amor, la pasión descobijada, la serena paciencia desasosegada y tomo distancia de la realidad que yace callada y satisfecha.
El principio del rayo que no impele aunque convoca sentimiento e intuición se hace realidad en la materialidad que acribilla el resplandor de la vida.
Método cumplido, método vivido, método escrito, método intuido, método soñado.
Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com
