Luna
Las noches suspendieron su llegada
y los sueños llegaron inéditos.
1
Acrecentaron los planos
contornos y colores
y deambuló la muerte sus rojos
confinando la vida con formas
entre marinas y terrenas.
La huella para el salto surgió.
Era arriesgarse o morir.
2
El perfil de un mar lúcido
la mar angelical
destacó sus arenas y el viento
musitó su abnegado orgullo.
Era sólo descanso.
El trazo como rayo cargado
marcaba el horizonte.
La marcha continuaba silenciosa.
3
De frente los guardianes ladraban
más de miedo que de ferocidad
pero sembraban esos límites
obscenos entre la conciencia
y la inconsciencia diáfana.
Brincar en el abstracto
o retroceder en la inteligencia.
4
De aquel sendero náufragos
y velas y perfumes híbridos
describían sus astros y puentes
y conjugaban con sus demonios
las puertas y murallas que se abrían
de izquierda a la derecha
de la pasividad
hacia la actividad.
Cuatro momentos y germinaciones.
Adelante atrás y de lado a lado.
La escena completada y avanzamos.
5
Levantar la mirada y percibir
a pesar de las notas rebeldes
sólo luz reflejada
y una tenue memoria
y la voracidad irracional
convertida en el cosmos.
Cuerpo recuperó el alma
y jadeante la luna suspiró
viendo nacer aquella ventana
pintada por el sol.
Vivir guarda en latencia su esplendor.