Un viaje tiene una duración definida por el propio viajero, la planeación y organización del mismo puede ser de mucho más tiempo que la duración del viaje. Para organizar un viaje se puede aprovechar el tiempo que uno tenga libre y utilizando guías de viaje, libros sobre destinos y el uso del internet, se puede tener un viaje al gusto y necesidades, así como posibilidades propias. La red de internet ofrece un sinnúmero de posibilidades y opciones que no se tenían antes, pero este caudal de información puede ser abrumador para que un viaje en lugar de ser un placer se convierta en un camino sin fin o un dolor de cabeza.
Es cierto que reservar un vuelo y un hotel para un paseo de fin de semana puede ser fácil, pero un recorrido por Europa, travesías por la India o un safari fotográfico en África, significa una gran diferencia el hacerlo por cuenta propia, que a través de algún experto que, además de conocer el destino y tener los contactos necesarios, es un apoyo en su ciudad de origen para cualquier contratiempo que pueda surgir.
Un Agente de Viajes profesional es aquel que proporciona sus conocimientos del destino, las rutas y tarifas, además si el viajero es ya un cliente frecuente, conoce sus gustos, preferencias y motivos de viaje, por lo que una persona que toma este camino, dedicaría su tiempo libre a descansar y soñar en el viaje para dejar que su agente lo haga todo por él.
Para disfrutar un viaje a un destino jamás visitado, lo mejor no solo es leer guías de viaje, si no también novelas y biografías en donde las ciudades sean parte importante de la historia del lugar para así llegar y entender más el porqué de las costumbre y tradiciones. Que leer para cada lugar es una difícil recomendación y el espacio limitado, lo mejor es sumergirse en bibliotecas y librerías y recorrer títulos para encontrar lo que uno desea, aunque nunca está de más decir que leer a Vargas Llosa, García Márquez, Tolstoi o Jeffrey Archer puede decirnos mucho de Perú, Colombia, Rusia y la Gran Bretaña. Siempre reserve con tiempo.