Los 10 imperdibles en Tehuacán, que te enamorarán y podrás explorar en un fin de semana o durante las vacaciones de Semana Santa. Este municipio es famoso por su agua mineral, pero también es lugar de antiguos y misteriosos monasterios, y balnearios donde puedes disfrutar de un paseo lleno de diversión.
1.- Zona arqueológica de Tehuacán Viejo
En el poblado de San Diego Chalma, Tehuacán Viejo alberga la zona arqueológica Ndachjian. Esta área pertenecía a uno de los cuatro Señoríos Popolocas cabecera de provincia, junto con Tecamachalco, Tepexi el Viejo en el estado de Puebla y Coixtlahuaca estado de Oaxaca. Este lugar destaca por su rica historia, ya que fue en este sitio donde los mexica-tenochcas derrotaron a los popolocas, obligándolos a abandonar la ciudad y reubicarse cerca, en un área conocida como Calcahualco.
La Zona Arqueológica de Tehuacán Viejo abre sus puertas de martes a domingo, de 8:30 a 17:30 horas. La entrada tiene un costo de 70 pesos (puede variar en temporada alta). Tiene un museo con una valiosa colección de piezas arqueológicas y audiovisuales con más detalles de la época prehispánica. También te recomendamos visitar el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica Tehuacán Viejo.
2.- Catedral de la Inmaculada Concepción
La primera piedra de este templo fue colocada en 1724, convirtiéndose desde entonces en uno de los principales centros religiosos para misas, rituales y eventos católicos. Su fachada barroca se caracteriza por elementos decorativos como querubines, un reloj público y sus torres y campanarios.
3.- Iglesia de San Francisco
La construcción de este templo comenzó en septiembre de 1592 bajo la dirección de fray Juan de Torquemada, un fraile franciscano que contribuyó al trazado de la ciudad. A pesar de que su fachada es sencilla, los detalles decorativos enriquecen el lugar, y sus celebraciones religiosas mantienen el templo lleno de vida en todo el año.
4.- Museo del ex Convento del Carmen
En uno de los edificios más antiguos de Tehuacán se encuentra este museo, que exhibe piezas prehispánicas como collares, vasijas, platos, piedras de moler y restos óseos humanos. También hay mapas y láminas que narran una historia de casi diez mil años, destacando el señorío de Coxcatlán Viejo, floreciente en el siglo XV. Este museo, conocido también como «Museo del Valle», resalta la importancia del maíz, pues se cree que fue en Tehuacán donde se inició una de las primeras domesticaciones de esta planta, base alimentaria de muchas culturas americanas.
El convento fue inaugurado en enero de 1783. Se sabe que sus dimensiones eran enormes, extendiéndose hasta el callejón Cristóbal Palacios, cuyos corredores, celdas y áreas comunes aún conservan la esencia del pasado. Existen leyendas que aseguran la existencia de túneles subterráneos que conectaban con otros edificios antiguos, y algunas historias hablan de monjes cuyos cuerpos fueron sepultados en las paredes de sus celdas.
5.- Museo de Mineralogía
Desde su apertura en 1998, este museo ha sido un referente en el estado para conocer sobre minerales. Fundado por don Miguel Romero, ganador de la «Medalla Carnegie» otorgada por el Instituto Smithsonian de Washington, y descubridor de minerales mexicanos como la malpimita y la ojuelaita, el museo alberga una de las colecciones más impresionantes del país, con casi 10 mil muestras de minerales de diversas formas, colores y texturas, además de información sobre la historia geológica de la región.
6.- Manantiales Garci-Crespo (o Peñafiel)
Este manantial es famoso por ser la fuente de agua mineral utilizada en la conocida embotelladora Peñafiel. José Garci Crespo fue el responsable de cavar los túneles que dan lugar a tres manantiales: el rústico, el moderno y el utilizado por la embotelladora. En el manantial rústico, el agua brota de las paredes de los túneles, rodeado de barro y fósiles marinos, y con una cascada de cuatro metros de altura. Se cree que el agua proviene del Pico de Orizaba, adquiriendo propiedades minerales que son beneficiosas para la salud. En la avenida Garci-Crespo se encuentran otros dos manantiales: uno natural y otro destinado al almacenamiento de agua para la embotelladora.
7.- Balneario San Lorenzo
Ubicado a solo 10 minutos del centro de Tehuacán, este balneario es ideal para descansar y disfrutar en familia. Ofrece amplias áreas verdes, espacios para parrilladas, canchas de básquetbol y vóley, y los fines de semana instala juegos mecánicos y puestos de comida. Además, cuenta con albercas de diferentes tamaños, vestidores, y una tienda que vende golosinas y trajes de baño. Frente al balneario, un manantial proporciona agua fresca y limpia para los visitantes, y en los alrededores hay tiendas de artesanías y restaurantes.
8.- Balneario Cortijo Granada
A solo 8 minutos de la ciudad, Cortijo Granada es un lugar tranquilo para relajarse. Aunque no tiene restaurantes, cuenta con una amplia alberca con chapoteadero, perfecta para disfrutar de un ambiente más relajado y alejado del bullicio urbano.
9.- Molino Club Privado
Este club, ubicado a 10 minutos de Tehuacán, ofrece una amplia gama de actividades, incluyendo áreas verdes, alberca con chapoteadero, canchas de tenis, squash y básquetbol, y un circuito para caminatas o trote. Además, cuenta con estacionamiento, seguridad, vestidores, baños y dos restaurantes que ofrecen comida todo el día.
10.- San Bernardino Lagunas
Este pintoresco pueblo destaca por sus jacales tradicionales techados con zotolin (un tipo de palma) y cercados con madera local, como ocote, tejamaní y timones. Situado entre dos lagunas y rodeado por montañas, el lugar ofrece una impresionante vista. Aunque su aspecto parece milenario, es una comunidad relativamente reciente, habitada por pastores como los de Don Aniceto Benavides, quienes fueron los primeros en establecerse aquí.
