Ante los diferentes sentimientos que experimenta la población en el marco de la emergencia generada por el coronavirus y los problemas económicos, en Puebla y en diferentes partes del país aumentará la violencia, los problemas de inseguridad y los linchamientos, advirtió Juan Pablo Aranda Vargas, investigador de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).
Ante el aumento del desempleo y la reducción de ingresos económicos, la desesperación está aumentando en la sociedad, lo cual, se traduce en un caldo de cultivo para diferentes problemas sociales.
“Entre más gente está perdiendo su trabajo, hay una mayor desesperación. Tenemos a más personas en el sector informal y, desaforadamente, se presentarán más casos de delitos por pobladores que decidan recurrir a actos fuera de la ley. No necesariamente, el confinamiento frenó la inseguridad, incluso se puede potenciar el problema dadas las condiciones”, explicó el especialista.
Ante un mayor hacinamiento de la población y la imposibilidad de salir a la calle, aumenta la violencia, lo cual, impacta de forma negativa en las familias y, en general, en la sociedad de estados como Puebla.
“Pensemos en personas que viven en casas pequeñas, siete, ocho integrantes en una vivienda, genera dinámicas de violencia, genera diferentes problemas. Lamentablemente, está creciendo la violencia familiar”, apuntó el investigador.
Respecto a los linchamientos como el que se registró el fin de semana en la junta auxiliar de San Marcos Tlacoyalco, en el municipio de Tlacotepec de Benito Juárez, al sureste del estado, en donde alrededor de 300 personas impidieron la actuación de las autoridades y quitaron la vida a un hombre acusándolo de secuestrador, el académico resaltó que debe ser considerado como un “foco rojo” que debe ser analizado para implementar las medidas de seguridad y evitar que se repitan los casos.
“El caso de un linchamiento es un foco rojo y se debe tomar con toda seriedad. Cuando una sociedad se ve desprovista de seguridad, cuando una sociedad se siente insegura y siente que no hay otra forma más que hacerse justicia por propia mano, estamos en camino a un estado fallido”, explicó.
Durante la presentación de su análisis “La importancia de las políticas públicas para el bien común”, Aranda Vargas destacó que la violencia por propia mano es una muestra de la falta de protección a la sociedad que se combina con falta de obediencia.
