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Lee mis manos: Día mundial del lenguaje de señas

Por Zara Bea

El lenguaje que usan los sordomudos es un lenguaje icónico, es decir, que utiliza signos y símbolos y se le ha llamado lenguaje signado.

Es un lenguaje no verbal que utiliza gestos y movimientos de las manos y corporales con valores específicos. No solamente los sordomudos sino sus padres, sus hermanos, sus maestros y aquellos que quieren y necesitan comunicarse con ellos.  

Aprenderlo debería ser parte de nuestra currícula escolar porque los sordomudos también son ciudadanos y también forman parte de nuestro país y del mundo.

Qué necesario es integrar a los demás y especialmente a los que carecen de algún sentido o tienen alguna discapacidad.  Aprender este lenguaje nos permitiría hablar con ellos y saber qué sienten, qué piensan, riqueza segura.

En algunos países, esto comienza a ser parte de la vida de las personas y toman la inclusión como algo necesario y serio.

Muchos de estos países han iniciado cursos dentro de las escuelas primarias para que los niños que no tienen discapacidades también lo aprendan, así que de compañero de banca nuestro hijo o nuestra hija podrían tener en un país de estos a un niño sordomudo y sería totalmente parte de nuestra vida común y diaria.

lenguaje de señas

Actualmente, del total de personas sordomudas del mundo, solamente un tercio practican el lenguaje de señas.

Esto se debe a que esta práctica no ha sido reconocida y tampoco promovida globalmente.

Hay países como Francia, que aún luchan por el reconocimiento de esta lengua, con el objetivo de salvar a los sordos y mudos del aislamientos en que muchas veces viven, siendo que como seres humanos tienen los mismos derechos comunicación y oportunidades.

Aprender a integrar a otros

En este mes de septiembre se celebra, de acuerdo a la ONU, el día internacional del Lenguaje de señas. 

Sería maravilloso aprender este lenguaje gestual por el simple hecho de querer abrirnos a los demás, especialmente a aquellos que no pueden comunicarse con nosotros.

Me ha llamado mucho la atención ver que algunas profesoras amigas están pagando por aprender el lenguaje de señas, porque quieren crear proyectos de inclusión para los sordomudos.

lenguaje de señas

Aprenderlo es como aprender una lengua extranjera, la diferencia, por supuesto, es que para aprenderla tenemos que abrirnos hacia la tolerancia y al respeto. 

Actualmente existe una organización mundial como la WFD o Federación Mundial de Sordos, que no es de ningún gobierno y que es sin fines de lucro.

Tiene 133 países miembros y están representando a 70 millones de personas sordas registradas hoy en todo el mundo.

Cada 4 años los miembros se reúnen para convivir en congresos en diferentes países. Su representante es Joseph J. Murray y esta organización tiene 11 miembros que son todos sordos, pero no siempre ha sido así y las condiciones en las que han vivido los sordomudos en nuestro país ha pasado por muchos problemas y penurias. 

Los sordomudos en México

Por supuesto que ha habido mexicanos preocupados por aprender de otros países que llevan ya un avance en el aprendizaje de este lenguaje.  

Desde 1867, surge la Escuela Nacional de Sordomudos y hay evidencias de la atención y del funcionamiento de métodos y de estrategias para la enseñanza de la lengua de señas.

Esta escuela tuvo una gran influencia del francés Eduardo Huet a profesores mexicanos como Pablo Velasco y José María Márquez en la década de 1870 a 1880 y qué decir de Francisco Vázquez Gómez en 1902, que trajo de los Estados Unidos y también de Francia y Alemania, métodos escritos y métodos orales.

lenguaje de señas

La situación en la que han vivido muchos sordomudos en nuestro país y en países de América Latina es de una marginación social y económica muy grande.

Han sido excluidos de las diferentes comunidades y han sido objeto de educación especial, lo que los coloca como un grupo separado en nuestro país.

Desafortunadamente, en México no contamos con datos reales y con registros porque no se ha dado la atención ni la importancia de guardar evidencias y de dar seguimiento a la educación y a la atención de los sordomudos.

Mis hijos escuchan perfectamente y hablan a veces demasiado, por lo que me siento afortunada, pero me entristece porque soy de esas personas que siempre piensan en los que no han tenido la fortuna que hemos tenido muchos en muchos temas.   

Es interesante esta falta de interés en la enseñanza del lenguaje de señas porque nuestros ancestros le daban gran importancia a la lengua náhuatl, llena de concepciones, de historias y de gestos, sonidos y movimientos. 

El bien común no es cuestión de política.

Históricamente, se puede decir que una vez establecida la colonia española en México, cuando se crean las leyes y los derechos civiles, el sordo tenía prohibido tener roles importantes, no podía ser testigo en casos de crímenes, ni tampoco ser testigo en testamentos, y ni pensar en cargos importantes.

En ese momento de la historia al sordomudo se le considera incapaz de escribir ni hablar de ninguna forma y se le da el valor, tristemente decirlo, al de la mujer en ese tiempo.  

lenguaje de señas

Y si bien, hubo mucha acción de parte de los misioneros, se habla de casas de beneficencia española para los pobres, pero no se lee ni se encuentran evidencias de instituciones para sordomudos.  

En 1866 llegó a nuestro país Eduard Huett Merlo, alemán sordo que llega con su familia para fundar la primera escuela pública para jóvenes y niños en México y a la cual llamó: Escuela Municipal de Sordomudos.  

Según las evidencias, fue sorprendente para muchos los avances que 6 niños y  6 jóvenes tienen después de entrar a esta escuela, donde los enseñantes eran Huet y su esposa Catalina.

El problema con la admisión de esta escuela, era que los alumnos aceptados debían conocer la lengua francesa, lo que dejaba afuera a quienes no la hablaban o tenían al menos nociones de ella. 

Cuando Benito Juárez regresa al poder, después de esa época de dificultades con el imperio de Maximiliano, crea la Escuela Nacional de Sordomudos, donde trabajaban 6 maestros, mujeres y hombres. Entonces, la escuela inicia con 24 alumnos y se replica en diferentes partes de México.

Se les enseñaba matemáticas, español, historia y a las niñas tejido, costura, buenas maneras, bordado. Realmente nada que ver con la instrucción básica real que requiere todo alumno sordomudo. 

Pero el lenguaje de señas nace realmente cuando Michel L’Epee, un religioso, copia las señas que ve entre los sordomudos para hacer un compendio de señales, movimientos y signos, usando un lenguaje mímico y dactilográfico. 

El choque entre la escuela alemana y la francesa

Por otro lado, la escuela alemana que se concentra solamente en la lectura de labios, ayudando al sordomudo con aparatos para mejorar la audición y la articulación verbal.

Ambos métodos sobreviven aún y el más utilizado es por supuesto el lenguaje de señas. Lo increíble es que el objetivo no era que los sordomudos pudieran comunicarse de alguna forma, sino que pudieran hablar, ya que hablar era un requisito para ser aceptado en la sociedad.  

La verdad es que aprender el lenguaje para sordomudos con sistema de oralidad es sumamente difícil y complicado y el lenguaje de señas es más fácil y requiere menos esfuerzos para quien lo aprende.

la Escuela Nacional de Sordomudos,

Si bien en México se decidió por la oralidad, la lengua de señas siguió en la clandestinidad entre muchos sordomudos y fue hasta 1960 que se da un gran cambio y gracias a los estudios del lingüista Stokoe, se demuestra que el lenguaje de señas es tan rico como cualquier otro.

Es aquí que las señas vuelven a ser apreciadas y nuevas investigaciones hasta hoy han dado a luz nuevos métodos en la educación y ahora las propuestas se centran en los modelos de la enseñanza de los idiomas.

Es difícil de aceptar pero es una realidad que la situación de los sordomudos en México ha sido una historia de discriminación y de exclusión por muchos años y es hora de entrar a este nuevo sistema de aprendizaje bilinguista, lo más avanzado en el mundo actualmente.  

Abrirnos a los otros implica un esfuerzo por aprender su lengua e incluirlos y si no aprendemos a hablar para ellos y con ellos, al menos que nos preocupemos porque en México se le dé la importancia que merecen como seres humanos.

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