Revista Única te da algunas curiosidades de este dulce de muertos.
Durante la celebración del Día de Muertos en México, las calaveritas de azúcar nunca faltan en una ofrenda. Pero ¿cuál es origen? Para que podamos comprender la importancia de este elemento debemos recordar que esta tradición se originó en la época prehispánica, donde se percibía a la muerte como la culminación de una etapa de la vida que desembocaba en otro nivel, por lo que utilizaban los cráneos de los sacrificados a los dioses, para adornar el “Tzompantli”, un altar que simbolizaba el paso de lo terrenal a lo espiritual.
El Tzompantli era una ofrenda para el dios del inframundo, Mictlatecuhtli, que aseguraba el paso de las personas a otros los niveles una vez que terminaban su ciclo de vida, sin embargo, con la llegada de los españoles y la evangelización, estos rituales fueron prohibidos. Para poder conservar las costumbres, se sustituyeron los cráneos por calaveritas de azúcar y un altar de muertos para honrar y recordar a las personas que ya no se encuentran con nosotros. A veces elaboraban cráneos con barro o piedra. Los que pudieron ser los precursores de las calaveritas de azúcar eran unos cráneos elaborados con base de miel de maguey y semillas de amaranto.

Se dice que surgieron en los conventos. Las calaveritas de azúcar como las conocemos surgieron en las cocinas de los conventos del siglo XVII, especialmente en el convento de San Felipe de Jesús.
En este templo, las religiosas elaboraban una pasta de azúcar —la cual recibe el nombre de alfeñique— que era vaciada en moldes de barro creados en Metepec. Dichas calaveras eran decoradas con betún y colorantes vegetales. Las calaveritas de dulce se elaboran con alfeñique, una mezcla originalmente árabe pero traída a México por los españoles. El alfeñique es una especie de dulce derivado de la caña de azúcar, hecho también con huevo, jugo de limón y una planta llamada chaucle, aunque ahora también podemos encontrar calaveritas de amaranto y chocolate, entre otros ingredientes.
Las calaveritas de azúcar son las más populares, pero también existen otras versiones para todos los gustos.

Las hay de chocolate, gelatina y amaranto, la cual es una opción saludable y baja en calorías, en comparación con las demás.
Las calaveritas de azúcar son para recordar la dulzura de la vida y la muerte, y no pueden faltar en tu altar del Día de Muertos.
Las calaveritas de azúcar, entre los aromas del copal, el cempasúchil y las veladoras, adornan y alegran el altar que dará la bienvenida a nuestros fieles difuntos, por eso en esta temporada de Día de Muertos no pueden faltar en casa.
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