Si eres poblano seguro conoces La Pasita, que es una cantina con reconocimiento internacional y toda una tradición en Puebla, se ubica en el centro histórico, en la Avenida 5 Oriente número 602, en Revista Única hoy te hablaremos de este lugar.
Un poco de historia
Fue inaugurada en 1916 por Emilio Contreras Aycardo, quien de joven fue militar (Capitán Primero de Artillería) y defendió a la nación durante la ocupación estadounidense de Veracruz en 1914. Se dice que, al dejar el Ejército, se dirigió a la ciudad Puebla, donde al pasar por el Barrio de los Sapos, se detuvo para refrescarse en una tienda que llevaba por nombre El Gallo de Oro.
Contreras Aycardo se percató de que el negocio se traspasaba y decidió adquirirlo; poco tiempo después le cambió el nombre por La Guadalupana y, posteriormente, La Pasita, en honor a la bebida estrella que allí servían.
Es un museo
Además de disfrutar de tu pasita puedes apreciar una interesante colección de objetos y su Museo, donde encontrarás fotos, billetes de diferentes partes del mundo, así como autógrafos de personalidades que la han visitado, mientras que el “museo” es un desfile, como su nombre lo indica, de lo inverosímil. Se exhiben objetos tan absurdos como divertidos, entre los que destaca la herradura del Caballo de Troya, la granada que le “voló” la mano a Álvaro Obregón y ¡Hasta la brocha con la que se pintó el Mar Rojo!
¿Qué es ‘La Pasita’?
Es una bebida hecha a base de licor de uva pasa, se sirve en un “caballito” y dentro se coloca un cuadrito de queso fresco y una pasita (uva seca) montados en un palillo.
Si no se te antoja la pasita hay otras combinaciones como la Sangre de Brujas (licor de zarzamora con jamaica), la Sangre de Artista (licor de membrillo con chabacano).
El Charro con Espuelas (licor de tejocote, rompope y crema de cacao) o la China Poblana (licor de zarzamora con jamaica, rompope y licor de menta), entre muchas otras.
Las famosas “camineras”
La Pasita creó una fama sobre las “camineras”, que son algunas bebidas que te ibas tomando al salir del lugar, según el número de cuadras que el consumidor podría aguantar en pie luego de consumirlas. Si pedías una de cuatro cuadras te caías al llegar a la cuarta, esto se debe principalmente a la carga alcohólica que se deseaba, es decir, si se quería algo “suave” o “más fuerte”. Tú eliges si una “Pasita” o “La caminera”.
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