Una de las principales variables para crecer es la inversión, la cual es la suma de los recursos que se utilizan para adquirir capital fijo con el fin de aumentar producción y/o la productividad. Se divide en pública y privada.
Se estima que cuando un privado invierte en capital fijo de forma productiva puede generar un mayor número de empleos, es más eficiente y competitivo y puede invertir en investigación y desarrollo para mejorar la calidad de sus productos. Cuando el gobierno invierte en infraestructura y obra pública genera mejores condiciones para reducir los costos de transporte, producción y logística.
Así, las inversiones en infraestructura, por ejemplo, son relevantes, pero más importante que la posibilidad de aumentar esta inversión es determinar si esta medida debe llevarse a cabo. El debate sobre el aumento del capital público se basa en la duda sobre la productividad de la inversión pública y su aporte al crecimiento.
Diversos estudios como los efectuados por el Banco Mundial señalan que el gasto público en infraestructura, educación y salud tiene efectos positivos en el crecimiento. Aquellos países de rápido crecimiento presentan un alto nivel de inversión pública, del 7% o más del PIB.
Un ejemplo basta. La inversión fija bruta en el primer trimestre de 2020 equivalió al 19.4% del PIB nacional, de la cual la inversión pública constituyó 2.4% del PIB y la privada 17.1%. Es decir, estamos a más de 4 puntos porcentuales del PIB por abajo del promedio mundial.
Los datos disponibles recientes muestran que México no está en los niveles deseables para crecer a tasas superiores. Por ejemplo, al mes noviembre de 2021 y con cifras desestacionalizadas, la inversión fija bruta disminuyó 0.1% respecto al mes previo.
Por componente y con datos ajustados por estacionalidad, en noviembre de 2021 los gastos efectuados en construcción se redujeron 0.7% a tasa mensual, mientras que en maquinaria y equipo total, de origen nacional e importado, crecieron 0.2%.
En una perspectiva anual, en noviembre de 2021 y con series desestacionalizadas, la inversión fija bruta aumentó 4.3% en términos reales. A su interior, los gastos en maquinaria y equipo total se elevaron 7.3% y en construcción ascendieron 1.4%.
Aun cuando esta inversión creció en términos reales en noviembre de 2021, sus niveles están muy por debajo de su potencial. En efecto, su actual comportamiento es similar a los niveles observados de febrero de 2011, es decir, de hace 10 años.
Al tercer trimestre de 2021, la inversión fija bruta representó el 20.4% del PIB y se espera que cierre a diciembre de 2021 en alrededor del 21%. La meta es que llegue al 24% del PIB para crecer a tasas superiores al 3% o 4%.
Simplemente, la tasa de crecimiento de la inversión privada se registro al tercer trimestre de 2021 en 13%, cuando al primer trimestre de 2021 su comportamiento era negativo de -6.2% y en el segundo trimestre de 2020 llegó a -35.4%.
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