Un tribunal federal de Estados Unidos aceptó la apelación de Texas para retirar las boyas anti migrantes
La migración está desbordada, al menos eso asegura Greg Abbot el gobernador republicano de Texas por lo que asegura se ha convertido en un problema de seguridad. Y no está equivocado, según cifras oficiales el número de ilegales que a diario tratan de cruzar el Río Bravo ha aumentado de manera alarmante.
La afluencia de migrantes en su gran mayoría de naciones centroamericanas como El Salvador, Honduras y Guatemala; y algunas otras caribeñas aumento a raíz de la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Ante la nula respuesta de la administración Biden y que ha relajado las reglas para que cientos de ilegales crucen la frontera sur estadounidense, Texas decidió actuar. La respuesta del estado sureño fue la colocación de cientos de boyas en la corriente del Río Bravo
Esta situación de inmediato causo un problema diplomático entre nuestro país y el gobierno de Estados Unidos, ya que la colocación de las boyas flotantes era un peligro para los migrantes.
En este sentido un tribunal federal de Estados Unidos ordenó al gobierno de Texas retirar dichas boyas por violar los derechos humanos. De inmediato el presidente López Obrador agradeció al gobierno estadounidense la acción y confío que Texas las retirará de inmediato.
Sin embargo, un tribunal federal acepto la apelación del gobierno texano, asegurando que las boyas son una barrera para evitar una invasión migrante. En este sentido, para Greg Abbot el problema de la migración se trata de un problema de seguridad nacional, por encima de los derechos humanos.
Por último, cabe mencionar que las boyas ya han causado la muerte de al menos dos personas cuyos cuerpos se encontraron flotando cerca de ellas.
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