El gobierno sandinista de Nicaragua encabezado por Daniel Ortega se ha encargado de perseguir a la iglesia católica
En Nicaragua se vive una grave violación a los derechos fundamentales de los ciudadanos que tiene como consecuencia la persecución de opositores. La dictadura en la que se ha convertido el gobierno de Nicaragua está liderada por el exguerrillero Daniel Ortega presidente de la nación centroamericana.
En este sentido además de la persecución, exilio forzado o encarcelamiento de opositores políticos, existe una clara persecución a la iglesia católica nicaragüense. El delito es el mismo para todos, “traición a la patria”, falta que el gobierno de Ortega entiende como ir en contra de sus decisiones gubernamentales.
En lo que va del régimen, el gobierno sandinista ha hecho presos a 7 sacerdotes entre ellos al obispo Rolando Álvarez. En este contexto las relaciones entre Nicaragua y el Vaticano se encuentran en un momento de gran tensión, después de que el Papa Francisco calificara al gobierno nicaragüense de una “dictadura grosera”.
A partir, de entones comenzó la persecución contra todo aquel sacerdote que se atreviera a comentar o criticar el gobierno sandinista.
En este sentido el pasado fin de semana Fernando Israel Zamora Silva sacerdote de Nicaragua fue detenido por la policía nacional de aquel país. El padre fue detenido en la capital Managua después de participar en una homilía en la iglesia de San Luis Gonzaga, acusaron fuentes eclesiásticas del país.
De inmediato la iglesia católica de Nicaragua se inconformó por atroz detención al mismo tiempo que organizaciones civiles en busca de la libertad hicieron lo mismo.
Cabe mencionar que, desde el conflicto entre el Vaticano y el gobierno de Ortega, se han expulsado a decenas de sacerdotes y monjas del país. Por último, el gobierno no ha dado ninguna declaración sobre la detención del sacerdote al que previamente habían calificado de traidor a la patria.
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