La Cueva Cincalco es un espacio milenario en el bosque de Chapultepec ¡Conoce sus secretos! Hoy te contamos esta increíble historia de la leyenda de la Cueva Cincalco, la entrada al inframundo en pleno Chapultepec.
Hoy, el bosque de Chapultepec en la CDMX es un lugar recreativo y con atractivos que resaltan su importancia histórica y cultural, sin embargo; en tiempos prehispánicos el bosque de los chapulines era un paraíso sin igual, donde el hombre tenía contacto con el mundo espiritual, como es el caso de la cueva Cincalco.
Se cuenta que este milenario espacio en Chapultepec fue escenario de una leyenda que involucra a los ayudantes del poderoso Tláloc y la misma Cueva Cincalco, la cuál además, es y era conocida desde los tiempos de nuestros ancestros por ser el camino a uno de los lugares mitológicos más importantes de la cultura.
El Audiorama y la Cueva Cincalco
Ubicada detrás del ahuehuete conocido como El Sargento y a un lado del monumento al escuadrón 201, se encuentra el audiorama; un muy pacifico lugar en el que se puede descansar y hasta tomar un libro prestado mientras te relajas con el fondo musical y la naturaleza profunda que lo rodea.
En el audiorama se encuentra la Cueva Cincalco y es inevitable voltear a verla, pues tu primera impresión es de asombro y curiosidad.
Es muy seguro que todo aquél que llega a este lugar camina hacia la cueva y la investiga como una de las primeras cosas que hace, pues se dice que la energía que emana de esta enorme abertura en la tierra es sagrada.
Pero ¿Por qué es sagrada la Cueva Cincalco?
Nuestras culturas indígenas, las que habitaron Tenochtitlán y algunas otras, sabían que la Cueva Cincalco era una de las contadas puertas que existen en el mundo cuyo camino conduce al inframundo.
Según los pueblos originarios, a través de la llamada Cueva Cincalco uno puede llegar al Mictlán, pero solo es un acceso, pues el caminante aún tendría que atravesar las 9 pruebas.
Otras historias dicen que la mítica cueva es una entrada al Tlalocan, el paraíso del dios Tláloc. Este es un lugar celestial conformado principalmente por las fuentes, estanques, cascadas, ojos de agua y lagos más preciosos del universo, alimentados por el agua sagrada que da vida en la tierra.
Las almas que habitan aquí son en su mayoría personas cuyos fallecimientos tuvieron que ver con el agua o algún líquido. Las almas que aquí viven adorarán eternamente a Tláloc en sus hermosas pirámides hechas de jade y él les acompañará para toda la eternidad.
¿Qué hay al final de la Cueva Cincalco?
Actualmente, no es para nada recomendable entrar a la cueva, pues es un lugar natural que debe ser conservado tal y cómo está; así que existe una alta posibilidad de sufrir algún accidente dentro.
Por fuera la cerca recomienda no introducirse en su negrura y podemos observar una veladora, la cual procuran que permanezca prendida siempre, pues es verídico que muchas personas desde los tiempos en los que las culturas indígenas eran las únicas presentes en México; llegaban a la cueva, según dicen, a perder la vida, a entrar al inframundo por decisión propia.
El último rey Tolteca, los tlaloques y la Cueva Cincalco
La leyenda de la Cueva Cincalco que te mencionamos es en realidad la leyenda del rey Huémac, el último líder de los toltecas antes de su extinción. Hasta donde se tiene registro, la cultura más antigua de México es la de Teotihuacán, después vinieron los Otomí y luego los Toltecas.
Se cuenta que el rey Huémac era un gran jugador de pelota y un día, en las inmediaciones de la Cueva Cincalco se encontró con los Cuatro Tlaloques, quienes son ni más ni menos que los fieles ayudantes de Tláloc.
Entonces los Cuatro Tlaloques retaron al rey y a cambio, el soberano pidió que si resultaba ganador, su premio serían jade y plumas de quetzal, objetos materiales muy valiosos para los tiempos de Huémac. Confiados, los Tlaloques aceptaron pero perdieron. Y Huémac exigió su recompensa.
Los sabios Tlaloques conocían el verdadero valor de las cosas de la tierra, así que le colmaron de verdes hojas de maíz y mucho de este precioso manjar para que le llevara a su pueblo y la abundancia cayera sobre su reino. Pero soberbio Huémac exigió su premio de jade y plumas preciosas. Los Tlaloques se lo dieron, pero se encargarían de que el rey aprendiera la lección.
4 años de sequía azotaron al pueblo tolteca y Huémac entendió, demasiado tarde. Se cuenta que lloró y regresó a las proximidades de la Cueva de Cincalco, frente a la que a los Tlaloques, les suplico perdón. Entonces Huémac aceptó el regalo de maíz que le dieron las divinidades, pero era ya demasiado tarde, pues su pueblo había perecido.
Se cree que Huémac entró a la Cueva Cincalco y murió. Este puede ser el origen del nombre de este lugar, pues Cincalco significa “Casa del maíz”.
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