Estamos a un suspiro de terminar el 2022 y para #ElChicoÚnico es un placer terminarlo escribiendo estas líneas para ustedes. Así que: ¡Bienvenidos!
Debo confesar que disfruto de sobremanera el clima gélido que predomina en la ciudad, en el estado y en el país, y más aún en mi profesión. Me parece sorprendente que hay lugares en los que el termómetro esta abajo de los cero grados y el público no es inmuta ante la temperatura. Sino al contrario: contentos porque mantiene frías las bebidas.
Aunque algunos otros mortales como yo preferimos un buen café o chocolatito con pan.
Y justo regresaba de la sierra norte de Puebla el pasado fin de semana cuando me enteré que cabecita de pañal increpó a José Antonio Fernández, presidente del consejo de administración de FEMSA, o en otras palabras, dueño de las tiendas Oxxo, respecto al costo de los productos dentro de sus establecimientos. Citando al abuelito necio:
“Ojalá y expliquen por qué subió tanto la Coca-Cola, y el Gansito, y las papas. Solo no hay que consumir mucho esos productos porque hacen daño, sino porque cuestan muy caro y hay que ahorrar…”
El chiste se cuenta solo. Me moría de la risa.
No imagino a Biden cuestionando el costo de una bolsita de Lay’s.
No imagino a Putin cuestionando a Smirnoff.
No imagino a Macron exigiendo una explicación a Bernard Arnault respecto a por qué vende perfumes tan costosos.
Dejemos el impacto económico a un lado. Pongamos en primera línea lo preocupante que es el que un presidente este pensando en las Coca colas y los gansitos. ¡Cómo es posible que anteponga su «preocupación» por la chatarra antes que atender los asuntos de violencia e inseguridad que se viven a diario!
¿Qué sigue? ¿Provocar más fugas de capitales?
¿Acaso no estaba Raquel Buenrostro para explicarle que, si subía el salario mínimo a lo bestia, (digo, a su estilo) provocaría el mismo efecto en la inflación?
¿Acaso su mensaje es una indirecta para Raquel respecto a la dieta de gansitos y coca que la caracteriza?
¿Acaso desea ser el único ganso en el país?
Esperemos que en sus propósitos de año nuevo este el comenzar a arreglar los problemas de alimentación de Jesús Ernesto, y que lo enseñe a ahorrar. Esas Burberry no son nada franciscanas.
Cómo bien lo decía el gran compositor Nacho Cano en su canción interpretada por Mecano: «Marineros, soldados, solteros, casados, amantes, andantes y alguno que otro cura despistado». A todos se les desea un feliz 2023 lleno de salud, éxito y mucho trabajo.
«Y decimos adiós y pedimos a Dios
Que en el año que viene
A ver si en vez de un millón
Pueden ser dos»
Con cariño
#ElChicoÚnico
TWITTER: @mannyolivares09
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