La gran fiesta internacional del deporte de personas con discapacidad, se ve marcada por la ola de contagios récord de COVID 19 que afecta a Japón.
Durante el desfile de atletas en la inauguración de los Juegos Paralímpicos, México se hizo presente con Amalia Pérez y Juan Diego García como abanderados.
Los Juegos Paralímpicos se inauguraron este martes en Tokio rodeados de inquietud debido a la ola de contagios récord de COVID-19 que afecta a Japón y que obliga a celebrar el evento entre amplias restricciones como ya sucedió con los Juegos Olímpicos.
La ceremonia de apertura de los Paralímpicos se celebró en el Estadio Olímpico de Tokio, más de dos semanas después del cierre de los Juegos Olímpicos y mientras la capital continúa bajo emergencia sanitaria, al igual que las otras principales regiones del país, ante la continuada propagación del virus.
Los de Tokio serán los Paralímpicos con mayor participación de atletas hasta la fecha, unos 4 mil 400 deportistas provenientes de 162 países, aunque se verán deslucidos por la ausencia de público y el estricto protocolo sanitario puesto en marcha para prevenir contagios.
México, presente con 60 atletas
Durante el tradicional desfile de atletas, México se hizo presente con Amalia Pérez y Juan Diego García como abanderados.
Pérez forma parte del equipo de powerlifting o levantamiento de
García, por su parte, debutará como paralímpico para buscar alguna presea en Taekwondo.
En total participarán 60 deportistas de México, 29 mujeres y 31 hombres.
Preocupación por los atletas paralímpicos
Tokio se convertirá desde este martes en la primera ciudad en acoger dos ediciones de los Paralímpicos, tras haber sido la sede también de los Juegos de 1964, y en esta ocasión la gran fiesta internacional del deporte de personas con discapacidad tendrá lugar en unas circunstancias sin precedentes.
Los Juegos de la capital nipona se vieron retrasados un año debido a la pandemia, y a pesar de los constantes rumores sobre su cancelación han salido adelante organizados en un formato burbuja que conlleva la limitación de movimientos para todos sus participantes y una constante vigilancia de su salud.
En este desfile solo se ve la bandera de Afganistán en Juegos Paralímpicos ante ausencia de atletas por toma de talibanes.
Los Paralímpicos contarán con el mismo protocolo sanitario aplicado durante los Juegos Olímpicos, en los que si bien se evitó un brote del virus que pusiera en peligro las competiciones, se produjeron más de 400 infecciones entre personas participantes en el evento, entre ellos una treintena de atletas.
En el caso de los paratletas, preocupa el hecho de que puedan estar en mayor riesgo frente al virus debido a patologías subyacentes, algo que los organizadores han tratado de contrarrestar promoviendo la vacunación entre todos los participantes.
Cerca de 90 por ciento de los deportistas y responsables de comités y federaciones han viajado a Tokio vacunados, según datos del Comité Paralímpico Internacional.
La gobernadora de la capital, Yuriko Koike, destacó que las medidas sanitarias aplicadas durante los Juegos Olímpicos “demostraron su efectividad” y permitirán que los Paralímpicos sean un evento “maravilloso” y también “seguro” para los atletas.
“Los paratletas han venido desde diversas partes del mundo a pesar de la pandemia y superando todo tipo de dificultades”, destacó Koike, quien confió en que el evento que acogerá Tokio hasta el próximo 5 de septiembre servirá para mostrar los frutos de sus esfuerzos.
El impacto de la pandemia y las restricciones a los vuelos internacionales también han impedido que los atletas de cuatro países (Samoa, Kiribati, Tonga y Vanuatu) pudieran estar en Tokio.
También estarán ausentes los paratletas afganos debido a la situación en su país tras la toma del poder de los talibanes, y los de Corea del Norte, país que ha renunciado a participar en estos Juegos alegando motivos sanitarios.
Sigue la lucha por contener al virus
Mientras acoge los Paralímpicos, Japón continúa con sus esfuerzos por frenar el alza de los contagios, que se han situado por encima de los 20 mil casos diarios durante los últimos días, las mayores cifras desde el inicio de la pandemia.
En este contexto, el Gobierno nipón decidió el pasado martes extender hasta mediados de septiembre el estado de emergencia vigente en Tokio y alrededores y ampliarla a más zonas, una medida que conlleva principalmente restricciones para las actividades de restaurantes, bares o karaokes.
Estas limitaciones, vigentes desde antes del inicio de los Juegos en la capital a finales de julio, no están bastando para contener la nueva ola de contagios causados en su mayoría por la variante delta y que afectan sobre todo a personas menores de 40 años, los que cuentan con menores tasas de vacunación.
Japón, que comenzó a inocular el pasado febrero dando prioridad a los mayores de 65 años, ha vacunado por el momento con la pauta completa a 40.7 por ciento de su población, según los últimos datos disponibles.
El país asiático suma 1.34 millones de contagios y más de 15 mil 700 muertes desde el inicio de la pandemia, y cuenta con la mayor parte de sus plazas hospitalarias para pacientes de COVID-19 ocupadas, por lo que hay un número cada vez mayor de enfermos recuperándose en sus hogares.
Esta estrategia, promovida por el Gobierno central para evitar el colapso del sistema sanitario, ha sido criticada por especialistas sanitarios por no poder garantizar una atención médica suficiente a pacientes con síntomas moderados o graves.
Con información de EFE y López-Dóriga Digital
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