Para el maestro Felipe Gutiérrez, autor de libros de texto para primaria, es gravísima la implicación de ideología en los libros de texto, como se ha denunciado en los últimos días.
Todo documento de este tipo debe estar despojado de cargas ideológicas y robusto de contenido académico, opina.
En conversación durante el noticiero Tribuna 98.7, el académico explicó que la elaboración de libros de texto para la educación pública se debe construir con base en los programas escolares. Debe partirse del conocimiento de los objetivos y porqués de los programas.
“Desde ahí tenemos un problema bastante serio… los primeros que deben conocerlo son los maestros… y si hoy preguntamos, la mayoría de los profesores desconocen el sustento académico no sólo de los libros sino delos programas académicos”, compartió.
Lamentablemente, por lo que se ve, los maestros son los últimos en conocer los programas.
Por ejemplo, explicó que en la elaboración de los libros 1973-1974 en el programa de español -su área de especialidad junto con Celia María de Olarte– los libros de texto de español para básica y media superior se basó en el estructuralismo para la enseñanza de la lengua.
Esa época fue muy criticada porque decían que tenía excesiva carga lingüística y gramática; después de ello se buscó un enfoque comunicativo, no eran tan importantes los saberes de la lengua sino saber cómo usarla.
Sostuvo que el aprendizaje para los estudiantes debe ayudarles y prepararlos para poder expresarse en una conferencia, comunicarse entre amigos… entre familiares… se buscaba que los muchachos fueran competentes en diferentes contextos.
“Después se pasó a los proyectos y competencias comunicativas, pero si ahora le preguntamos a los maestros que están en los salones de clases… en la educación pública atendiendo a 50 alumnos ¿cuál es el enfoque teórico que se sustenta la educación? y la mayoría lo desconoce”, lamentó.
Por ejemplo, en el uso del lenguaje, si tú agregas la “s” a formas verbales, ese tipo de expresiones con la perspectiva socio lingüística rural se usa en esa forma y no la podemos criticar porque en ese contexto así la usan… mas no en espacios académicos o profesionales.
Esas expresiones pueden ser válidas en esos contextos rurales, pero no son aceptables desde el punto de vista normativo… porque esas formas son no adecuadas.
Antes había expertos en la elaboración de los libros e texto, especialistas; ahora faltan los saberes lingüísticos para que aprendan usos reflexivos de la lengua pero cuando dejas de lado los conocimientos para enfocarte en la práctica, el resultado es precario.
Hay que exigir que todos los maestros tengan acceso a los planes de estudio y sepan qué persigue el nuevo plan de estudios y en qué modelo teórico se fundamenta, y cómo se vacían esos contenidos en los libros de texto y vemos cómo se emplean sin cuestiones ideológicas.
“Algo gravísimo es que la ideología vaya por encima de la cuestión teórica;
tienes que disfrutar una obra literaria por su belleza artística dejando de lado las cuestiones ideológicas”, concluyó.
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