Voy a empezar diciendo algo que seguro ya sabías, pero que no está de más repetir: ser mujer en este mundo no es una pelea fácil. Y no es que lo diga sólo porque sí, sino porque este fin de semana, la poblana Gaby «La Bonita» Sánchez nos lo recordó de la mejor manera: con los guantes bien puestos y dándonos un derechazo directo al corazón de la inspiración.
Sí, la misma Gaby que además de boxeadora de campeonato, es secretaria de Juventud y Deporte del estado de Puebla. O sea, una mujer que literalmente parte la lona en el ring y al mismo tiempo se faja el cinturón del servicio público. ¿Cómo no aplaudirle?
La pelea de este viernes fue contra la sudafricana Smangele «Smash» Hadebe, y Gaby se quedó con la victoria por decisión unánime, reteniendo su cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en la categoría Mosca. Pero, seamos sinceras, más allá del título (que ya de por sí es lo máximo), lo que más nos deja es un mensaje que vale oro.
Gaby derriba a puño limpio —y con una sonrisa de esas que desarma— uno de los estereotipos más absurdos que nos han querido imponer: que las mujeres sólo podemos ser buenas para una cosa a la vez. Que si eres una crack en los negocios, seguro no tienes vida social. Que si te va increíble en tu trabajo, seguro tu vida amorosa es un caos. Que si te dedicas a cuidar a tu familia, no te queda tiempo para brillar profesionalmente. ¡Ya basta!
Gaby demuestra que ser multifacética es nuestra verdadera fuerza. Ella no sólo se entrena y pelea como campeona mundial, también es una funcionaria pública que entiende las necesidades de las juventudes poblanas y promueve el deporte desde una trinchera que históricamente —¡oh, sorpresa!— ha sido dominada por hombres. Sí, por si fuera poco, también nos está enseñando que los espacios deportivos no tienen género y que una mujer puede brillar en el box y en la administración pública al mismo tiempo.
Yo, que me declaro orgullosamente una chica única (y sé que tú que lees esto también lo eres), celebro que existan mujeres como Gaby. Mujeres que no temen romper esquemas, que saben que podemos ser todo lo que queramos al mismo tiempo: fuertes, sensibles, luchadoras, líderes, disciplinadas y sí, también bonitas. Bonitas por dentro y por fuera, como nuestra campeona.
Porque, aceptémoslo, Gaby es como su apodo: bonita boxeadora, bonita funcionaria, bonita persona y bonita inspiración.
Así que la próxima vez que alguien te quiera encasillar o te diga que no puedes hacer dos cosas bien a la vez, acuérdate de Gaby «La Bonita» Sánchez. Y contesta con orgullo: “soy única, y puedo con eso y más”.