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Esta es la razón de por qué la fiebre te hace sentir frío

La pirexia, el término médico para la fiebre, se presenta como una respuesta inflamatoria a todo, desde el cáncer hasta el resfriado común.

No es por todas esas paletas de hielo que te comiste en el desayuno.

Desafía la lógica: como ver el agua y el aceite combinados milagrosamente en una sola solución o como ver a un gato y un perro cooperar para lograr un objetivo común (o como ver a un gato cooperar con alguna vez en la vida). Tienes fiebre, pero te estás congelando al mismo tiempo. Esas son cosas opuestas y, sin embargo, casi siempre se juntan como guisantes en una vaina con una enfermedad violenta.

La razón es receptiva. Cuando una fiebre golpea tu sistema, una serie de reacciones corporales comienzan a rebotar entre si, una máquina de tareas de Rube Goldberg destinada a combatir lo que interrumpió todo. La pirexia, el término médico para la fiebre, se presenta como una respuesta inflamatoria a todo, desde el cáncer hasta el resfriado común.

La pirexia es causada por pirógenos. Sustancias que provocan fiebre y que pueden provenir del interior o el exterior del cuerpo. Los pirógenos viajan a través de su sistema hasta el hipotálamo, la parte del cerebro alrededor del templo responsable de la regulación de la temperatura. El hipotálamo recibe la señal de hacer todo lo necesario para elevar la temperatura del cuerpo y aquí es donde aparece el frente frío.

A pesar de que te sientes caliente, el cuerpo continúa utilizando procesos generadores de calor como escalofríos, piel de gallina y constricción de los vasos sanguíneos para aumentar continuamente su temperatura. También te emplea en el proceso al hacerte sentir frío, lo que hace que necesites más mantas para completar el proceso de calentamiento.

Cuando todo vuelve a la normalidad y la fiebre huye, es cuando tu cuerpo se da cuenta de su verdadera temperatura. Los pirógenos comienzan a desaparecer y el hipotálamo deja de recibir señales de calentamiento y, de repente, tu cuerpo ya no necesita todos los procesos. La fiebre se “rompe” y comienzas a sudar abundantemente como un medio para refrescarte nuevamente.

Esta información no te ayudará en la próxima temporada de gripe intensa, pero seguro que te ayudará en la próxima clase de neurociencia a la que asistirás.

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