Cuántas veces no hemos escuchado expresiones hacia el género femenino y que se replican miles de veces en muchos contextos como en la familia, la oficina, la escuela y que parecen aceptables pero que llegan a ser hirientes, o discriminatorios para la mujer llegando a ser palabras sexistas que se emplean en el lenguaje diario.
Cabe hacer mención que la distinción entre lo femenino y masculino no es indicativa de sexismo ni de discriminación, ya que en ocasiones resulta necesario nombrar separadamente a las mujeres de los hombres. El sexismo se produce cuando estas distinciones se tornan jerárquicas y excluyentes, valorando a una de las partes sobre la otra por su sexo.
El problema se ubica en las sociedades y culturas cuando a la representación y significación de lo masculino se le asigna un valor superior y universal que invisibiliza y descalifica lo femenino, a esto se le ha designado como androcentrismo.
Pero ¿cómo frenar estas actitudes para tener un lenguaje incluyente y no sexista que sirva para promover la igualdad sustantiva y el desarrollo de una cultura basada en el respeto y el derecho a la no discriminación? La respuesta es compleja pero no imposible de alcanzar. El cambio en la sociedad desde la familia es el punto de partida.
A continuación algunas recomendaciones para transformar, de manera deliberada y consciente, los usos sexistas y discriminatorios del lenguaje e introducir en la sociedad formas de comunicación incluyente.
Uso del genérico universal
Una práctica frecuente es generalizar en masculino, con lo que se incurre en el error de invisibilizar a las mujeres o las cualidades femeninas. Existen diferentes opciones para evitar este uso:
Expresión Sexista: El hombre ha creado
Alternativa no sexista:La humanidad ha creado sistemas
Usos abstractos
Otra práctica frecuente del uso sexista del lenguaje es hacer referencia a los cargos o puestos como si todas las personas que los ocupan fueran hombres, para corregir esto, se recomienda utilizar abstracciones que eviten nombrar al sujeto de la acción.
Expresión Sexista: Enviar los documentos a los coordinadores
Alternativa no sexista: Enviar los documentos a las coordinaciones
Uso de títulos académicos, cargos y ocupaciones
Evitar el uso del masculino cuando las profesiones y cargos se refieran a las mujeres.
Expresión Sexista: La médico Teresa Peralta
Alternativa no sexista: La médica Teresa Peralta
Uso de las formas de cortesía
Hay un sexismo oculto en las formas de cortesía, ya que regularmente se emplea señorita y señora para referirse a la mujer soltera y casada, respectivamente; no obstante, para el hombre se ha utilizado señor, con independencia de su estado civil.
Asimismo, el termino señora suele utilizarse para denotar una relación de subordinación y propiedad vinculada con el esposo, empleando el antenombre seguido del apellido del hombre, Señora de Pérez o Señora Pérez, situación que no ocurre en el caso de los hombres casados.
Para evitar la preservación de las desigualdades se sugiere utilizar el termino señora sin distinción de edad o estado civil. Asimismo, al referirse a una mujer casada, no debe utilizarse el apellido de su cónyuge ni usarse la preposición de.
Expresión Sexista: Señora de Pérez
Alternativa no sexista: Erika Pérez
Parece increíble que expresiones comunes contengan un sexismo oculto, por ello la intención de las campañas que buscan hacer visible lo que es invisible a nuestros ojos. No dejemos de aprender y seamos receptivos de nuevas expresiones sociales y culturales.
Porque no hay otro camino para la eliminación de la discriminación que ser promotores de mejores conductas debidamente informadas.
Las alternativas no sexistas e incluyentes que se exponen están concentradas y ampliamente detalladas en el documento “Recomendaciones para el uso incluyente y no sexista del lenguaje” del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).