¿Qué les cuento amigas?
A una de mis amigas le entró el horror luego de que le llegó una cadena en donde en Estados Unidos se promueve eliminar las aplicaciones que hay para controlar las fechas de la menstruación, ya que podrían ser perseguidas y acusadas de abortar.
El mensaje decía así: «Delete your period tracking apps today» («elimina tus aplicaciones de seguimiento de períodos hoy»).
Los grupos extremistas son capaces de todo y pueden sobornar a las empresas que operan esas aplicaciones para obtener los datos de las usuarias que decidan abortar.
¿Cuántas bases de datos no se han vendido?
Las sospechas sobre la venta de base de datos han crecido y es que basta descargar la aplicación para que los algoritmos y los delincuentes digitales hagan de las suyas y nos llenen de publicidad de pastillas anticonceptivas, toallas sanitarias, condones y a nada están de mandar las ofertas moteleras.
¿Se imaginan que, desde las apps, nos vigilen qué día nos faltó la regla, que los datos de nuestros ciclos menstruales estén en manos equivocadas, que sepan si estamos embarazadas y vigilen milimétricamente si decidimos abortar? ¡De horror!
El horror que se vive en Estados Unidos por la criminalización a la que han vuelto a ser sometidas las mujeres se extiende rápidamente en el mundo.
Si de por si nacer mujer es peligroso en este país donde son miles las muertas por el solo hecho de ser mujeres, criminalizarlas resultará peor.
Sé del caso en donde la hija de una mujer dedicada a hacer limpiezas resultó embarazada luego de ser drogada y violada, el padre del bebé que venía en camino, de manera ‘muy responsable’ la llevó a abortar a Oaxaca.
Al regresar la mujer fue despedida y junto con su hija fue amenazada de que, si decía algo, la pasaría muy mal.
La criminalización no para solo en la mujer.
Son criminalizados las familias y el doctor, sin importar el caso.
Y aunque vivimos en el 2022, parece que estamos viviendo en la edad media, en donde la mujer era controlada por el poder patriarcal.
Ya me encabroné, sorry, me salió del alma.
En otras noticias
En la semana desayuné con una amiga.
Mi amiga fue echada de la manera más vil del gobierno de la 4T.
En un principio atravesó depresión, un día la acompañé en su dolor y nos terminamos tres cajetillas de Marlboro y cinco botellas de vino.
Días después, regresó.
Pero volvió recargada y en breve abrirá su negocio.
Volvimos a fumar tres cajetillas de Marlboro y cinco botellas de vino, pero ahora, por el gusto de que está de pie.
¡¡¡Bravo amiguita!!!