El 11 de septiembre de 1973, Salvador Allende fue asesinado y así comenzó una dictadura militar que duró 17 años en Chile
El 11 de septiembre de 1973 será una fecha que vivirá para siempre en la memoria de Chile y de los demás pueblos de Latinoamérica. En aquel martes de septiembre el presidente populista de izquierda Dr. Salvador Allende murió asesinado en la casa de la Moneda.
La historia de Salvador Allende está llena de grandes momentos y su final trágico, se convirtió en la bandera de la resistencia de grupos de izquierda en Sudamérica. En el año de 1970, Salvador Allende ganó la elección presidencial en Chile, después de tres intentos, finalmente la izquierda accedía al poder.
Sin embargo, los grupos conservadores y de derecha no estaban nada contentos con el nuevo mandatario, ya que rápidamente sus políticas comenzaron a afectar sus intereses. Entre los grupos contrarios a Allende, se encontraron la iglesia católica.
El triunfo de Salvador Allende representó la llegada al poder de un marxista de forma totalmente democrática, pues Allende ganó en las urnas. Se trató de un hombre cuya única convicción del poder fue ejercer un poder desde la izquierda, dentro del margen de la ley.
De profesión médico, Allende ingresó a la política relativamente joven, ocupando el cargo de senador representando a una izquierda casi inexistente en Chile. Sin embargo, una vez en el juego de la política Allende se encontró en un callejón sin salida.
Aquel 3 de noviembre de 1970, fecha en que asumió la presidencia de Chile en medio de un país polarizado, una asamblea en su contra y una inflación que rebasaba el 600%, Allende hizo lo que mejor sabía hacer: caminar con el pueblo.
Ya en el año de 1973, ante una serie de renuncias de sus principales colaboradores en las que estuvo la del general Prats, quien fue relevado por el general Augusto Pinochet. De inmediato, Pinochet en coordinación con grupos antagónicos al gobierno y con apoyo de Estados Unidos tomaron el poder por la fuerza.
Aquella mañana, del 11 de septiembre de 1973 aviones de la fuerza aérea chilena bombardearon el palacio de la Moneda, donde se encontraba Allende. Y fue precisamente desde ahí que Salvador Allende pronunció su último discurso al pueblo de Chile en el que aseguró que no renunciaría y que con su vida pagaría la lealtad del pueblo.
Minutos más tarde Allende fue asesinado en su despacho presidencial. De inmediato comenzó una dictadura militar encabezada por Pinochet que se extendería por 17 años y que dejaría más de 40,000 desaparecidos.
Hoy, a 50 años de aquel golpe de estado, podemos concluir que mientras sea en democracia, nada justifica destruirla y suprimir los derechos humanos.
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