jueves, marzo 28, 2024
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Dispar elegía

Cesó tu vida irremediablemente
y el insólito dolor y abandono
ató a la tierra y su humedad lo que queda
en disputa con la negación divina.

Pero tu cesar prendió arriba
muy arriba y tan arriba
que ganarnos la vida es evitar
que el veneno alcance lo que somos

esa verdad frente a la original pérdida
la nada vertida en quimeras y fantasmas
cada tinta absorbida por el odio
la fatalidad que hace invisible el humano

que no muere una sino muchas veces
trasplantado al historial de crecer
sumido en oscuridad y el silencio
urgido de voz y llanto y letras

aquellas doce huellas de un nombre
que rastrea la divinidad de la nostalgia
como fue inyectada poco a poco
en soledad e incertidumbre agónica

dotada de encantos hechos de colección
y de ganar al destino su rebelión
revelada detrás de tus oraciones
que ya cantan los confines irascibles

y buscan de flores escorpiones
de lazos y maderas musgos y rosas
y de cirios y rastrojos el final
de un calor que deja de encender

esa forma de sobrevivir en el decir
con tus fórmulas y en tus paladares
las crónicas por venir y hacer
tras tu refugio de polvo y abnegación.

Nos duele como sal que extradita cura
al perder su humilde don de verdad
ya sin revelación ni brote ni contagio
ni de la apuesta su despliegue de juego.

Ciertamente cesa el corazón
pero el tuyo jamás irá tras puertas
sino en dirección al encuentro
tras el sol renovado de la esperanza.

Mi correo es ricardocaballerodelarosa@gmail.com

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