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‘Diagnosis’: La serie sobre enfermedades raras de Netflix que te quita el morbo del true crime

Está basado en las historias que cuenta una columnista de The New York Times. Y engancha como cualquier documental y/o serie de true crime.

Diagnosis serie documental Netflix
NETFLIX

Tú no lo sabes, pero en breve te vas a convertir en un cazador de cebras. Lisa Sanders ha iniciado una revolución silenciosa en Netflix con la serie documental de siete episodios Diagnosis. Lo que la plataforma de streaming ha conseguido con los asesinos y el género de true crime, se repite ahora con Sanders y las enfermedades raras. La serie Diagnosis que se basa en las columnas homónimas de Sanders en el diario The New York Times convierte al gran público en pequeños House, de la misma manera que el true crime nos quiere vender que nos convertimos en detectives, cuando en uno y en otro caso, lo que somos, señoras y señores, es voyeurs. Diagnosis nos convierte en cazadores de cebras. En el argot médico, este término hace referencia a diagnósticos poco habituales y a enfermedades poco habituales. Y, sí, es normal que te recuerde a House. Lisa Sanders era consultora en la serie de Fox y continúa el trabajo que en su día inició Berton Roueché, escritor de la revista estadounidense ‘The New Yorker’ durante más de 50 años, especializado en misterios médicos. Los guionistas de la serie se basaron en el trabajo original de Rouché y cuando se quedaron sin gasolina con la que alimentar el motor recurrieron a Sanders. Por cierto, una curiosidad: al principio, la serie House se iba a denominar ‘Cazando cebras’. Fin del paréntesis. Aunque, a diferencia de los casos de la serie de House: ¿y si no hubiera un diagnóstico claro? ¿Hace esto más interesante a la serie?

La columna de Sanders, al igual que la serie de Netflix que la adapta y traslada al formato televisivo, describe los misteriosos síntomas que sufre un paciente, a menudo uno sin un diagnóstico persuasivo, e invita a los lectores, a quienes llama «la multitud», a evaluar el caso (¡lupus! ¡es lupus!, perdón es que me vi House enterita y tengo deformación profesional). Los médicos y especialistas responden, pero también lo hacen personas que tienen síntomas similares y tienen un diagnóstico o tienen síntomas similares y todavía están buscando un diagnóstico.

La serie tiene siete episodios, cada uno de los cuales se centra en un paciente, o en un caso, un par de pacientes. Por ejemplo, el primero es sobre Angel, una mujer joven con horribles episodios de dolor muscular para los que ningún médico encuentra explicación. La conocemos, conocemos a su familia, descubrimos su historia, la seguimos a través de algunos procedimientos, y luego Sanders la escribe en la columna, y podemos seguir lo que sucede y lo que aprende. Como ocurre con el true crime, lo importante no es cómo se resuelve el caso, sino cómo se produjo y cómo se investiga.

La serie, aunque documental, juega las mismas bazas que una serie de ficción: a veces, parece que ya hemos encontrado la teoría correcta, parece que todas las piezas encajan, y sin embargo… vaya, pues no, no era eso. No lo confirma la evidencia. No es lupus. A veces, también, puede darse el caso de que el paciente puede tener más de un problema, por lo que localizar y tratar una afección médica puede no resolver los síntomas. La incertidumbre de eso no es solo una buena estructura documental; está estrechamente relacionado con lo que hace que las enfermedades crónicas y no resueltas sean tan frustrantes.

Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llevado a cabo hace algunos años demostró que la prevalencia de enfermedades cuyos «síntomas carecen de explicación médica» es casi idéntica en casi todos los países, independientemente de si son desarrollados o en vías de desarrollo y del acceso que las ciudadanos tengan a los servicios de salud.

Todo esto en cuanto a qué explica la adicción que provoca la serie. Pero hay más cosas que comparte con una buena historia de truce crime. Porque donde la serie realmente destaca es cuando muestra al espectador cómo es estar enfermo sin mucha esperanza de encontrar un tratamiento efectivo, y cómo eso afecta la vida de las personas, y cómo funciona o no la atención médica para ellos. En un episodio, queda claro que una mujer joven ha estado enferma durante tanto tiempo, y se ha entendido a sí misma que está enferma durante tanto tiempo, que es difícil para ella y para su madre reimaginar cómo sería su estrecha relación si no estuviera enferma. Porque, indudablemente, sería diferente, pero la serie plantea la duda de su sería igual de estrecha. Y todo esto sin maniqueismos. Y es esto lo que hace que la serie merezca la pena.

FUENTE: ESQUIRE



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