El humo del tabaco tiene al menos 70 sustancias químicas que causan cáncer, también conocidas como carcinógenos.1 Fumar es el factor de riesgo más importante para desarrollar cáncer de pulmón, sin embargo, no todas las personas que fuman padecen de este tipo de cáncer.
El humo del tabaco es una mezcla tóxica de más de 7,000 sustancias químicas. Al menos 70 de estas sustancias causan cáncer en personas o animales2 y cada vez que se inhala el humo del tabaco los químicos ingresan al torrente sanguíneo, trasportándolos a todas las partes del cuerpo.
Las sustancias químicas inhaladas pueden dañar el ADN, el cual controla cómo el cuerpo produce nuevas células y dirige cada tipo de célula a realizar su función. El ADN dañado puede hacer que las células crezcan de manera diferente a lo normal, estas células inusuales pueden convertirse en cáncer.
Cuanto más tiempo y cigarros fuma una persona, mayor es el riesgo; incluso fumar pocos cigarros al día o fumar ocasionalmente, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Los productos de tabaco sin humo, como el tabaco para mojar y mascar, también pueden causar distintos tipos de cáncer
La Dra. Anna Maria Rojowska, Directora Médica Asociada en MSD, señala que el tabaquismo es la principal causa de cáncer de pulmón, pero no todas las personas que padecen este cáncer son fumadores, por lo que es importante conocer otros factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad. “Es importante considerar que el cáncer de pulmón en los no fumadores puede ser causado por la exposición al humo de leña, al radón, el humo de segunda mano, la contaminación del aire y la exposición a sustancias químicas en el lugar de trabajo (asbesto, gases de escape de diesel, entre otros)”, enfatizó.
Una pequeña parte de los cánceres de pulmón se presenta en personas sin factores de riesgo conocidos para esta enfermedad. Algunos de éstos pueden ser simplemente eventos aleatorios que no tienen una causa externa, pero otros pueden deberse a factores aún desconocidos. Por esta razón, es trascendental reconocer la perjudicial percepción que se tiene sobre el cáncer de pulmón, considerándola solo una “enfermedad del fumador”.