Tras un estudio sobre la biodiversidad de serpientes del género Salvadora, Carlos Alberto Hernández Jiménez, investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, descubrió una nueva especie de este reptil, endémica del estado de Oaxaca, a la que nombró Salvadora gymnorhachis.
A pesar de ser un grupo descrito en 1853, ha sido poco estudiado. Después de una revisión detallada a más de mil ejemplares de este género, albergados en diversas colecciones científicas del mundo, el investigador notó que seis mostraban particularidades que hicieron pensar que este taxón (previamente confundido con otra especie, Salvadora intermedia) pertenecía a un linaje no caracterizado hasta el momento.
La especie nueva se caracteriza por carecer de una línea vertebral clara y tener líneas dorsolaterales incompletas que no llegan a la parte posterior del cuerpo, aspectos típicos de sus congéneres.
Otros rasgos visibles son la diferencia en la coloración, el número de escamas, el patrón de dientes maxilares y el tamaño de la cola. Para verificar su divergencia evolutiva se amplificó una muestra de su ADN, el cual evidenció cambios en varias posiciones del mismo. Esta información da cuenta de un linaje evolutivo que se separó del resto del grupo y adquirió características propias.
El camino de la búsqueda
En esta investigación de la sistemática del grupo Salvadora, como parte de su proyecto doctoral, Carlos Alberto Hernández Jiménez se percató que algunos de estos ejemplares, de la colección del Museo de Historia Natural de Nueva York, tienen patrones morfológicos distintos al resto.
La coloración fue el primer rasgo visible, el cual podría atribuirse a su preservación en alcohol durante mucho tiempo. Su etiqueta de colecta mencionaba dos poblaciones oaxaqueñas de origen: Ayutla y San Lorenzo. No se tenía más información al respecto.