jueves, enero 23, 2025
18.3 C
Puebla
spot_img
spot_img
spot_img

OTROS ARTÍCULOS

Alexander Fleming por casualidad descubrió la penicilina

Curiosidades de Alexander Fleming y de su descubrimiento.

Hoy en Revista Única recordamos a un científico escoces, en su 142 años del nacimiento de Alexander Fleming, quien nació el 6 de agosto de 1881 en Darvel, en el seno de una familia campesina de Gran Bretaña, quedó huérfano de padre a los 7 años.

Hasta 1894 recibió educación muy básica, de la que extrajo el gusto por la observación detallada y un talante sencillo.

A los trece años se mudó a Londres a vivir con un hermanastro que ejercía allí ejercía la medicina.

Continuo formándose y a los 20 años, gracias a una herencia, pudo estudiar medicina y obtuvo una beca para el St. Mary’s Hospital Medical School de Paddington.

En este hospital trabajó como médico microbiológico en el Departamento de Inoculaciones, dedicado a la mejora y fabricación de vacunas o inyecciones y sueros, hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Durante la guerra fue médico militar en los frentes de Francia y quedó impresionado por la gran mortalidad causada por las heridas de metralla infectadas en los hospitales de campaña.

Finalizada la guerra, regresó al Hospital St. Mary donde buscó intensamente un nuevo antiséptico que evitase la dura agonía provocada por las heridas.

Estos son algunos datos curiosos sobre las bacterias y la vida de este científico:

Las bacterias las encontramos en todos lados, cielo, agua y tierra, aunque la mayoría son inofensivas, existen algunas que causan enfermedades y de estas que enferman, hay algunas que son simples y otras potencialmente mortales.

Antes de los antibióticos, una infección cualquiera podía llevar a una persona hasta la muerte en unos días, pero esto cambió alrededor de los años 40, cuando las medicinas entraron a combatir a las bacterias y redujeron la muerte por enfermedades infecciosas.

Pero una nueva amenaza se ve en el horizonte y es que el uso excesivo de antibióticos en personas y animales ha motivado que las bacterias se desarrollen para convertirse en “superbacterias”, o bacterias antibiorresistentes, que actualmente amenazan con el aumento de infecciones mortales, debido a que los medicamentos no son efectivos contra ellas.

Desde que Alexander Fleming inventó la penicilina, el médico advirtió: “Llegará el día en que la penicilina pueda ser comprada por cualquiera en las farmacias. Entonces existirá el peligro de que un hombre ignorante pueda tomar una dosis insuficiente y al exponer a los microbios a cantidades no letales del fármaco los haga resistentes”.

Más del uno por ciento de las personas que se enferman con “superbacterias” mueren. Según organizaciones de salud de Estados Unidos, casi 2 millones de personas se enferman por bacterias resistentes y de estas, al menos mueren 23 mil personas.

Las bacterias se comparten inmunidad genéticamente, lo que quiere decir que las bacterias pueden otorgar super poderes a otros gérmenes.

Las superbacterias podrían ser la principal causa de muerte en 2050, cuando causaría al menos 10 millones de muertes.

En la actualidad, el cáncer provoca 8.2 millones de muertes y la diabetes, 1.5 millones, según un estudio británico.

La proliferación de este tipo de infecciones provocarían crisis económicas y sanitarias. El Banco mundial alertó que combatirla reduciría la tasa de crecimiento del PIB mundial y provocaría crisis mundial.

En países pobres causará la caída del PIB en más de un 5%, lo que implicará que unas 28 millones de personas entren en condición de pobreza, para el 2050. Además, podrían crecer los gastos anuales en salud pública hasta unos 100 billones de dólares para el 2050.

Desde hace 30 años que ningún antibiótico nuevo ha llegado. La emergencia de bacterias podría estar ligada a la limitada preparación de nuevos medicamentos.

La leche del demonio de Tasmania podría ser un recurso contra las “superbacterias”. El mamífero oriundo de la isla del mismo nombre contiene un péptido llamado «catelicidina» que podría ser utilizado para perfeccionar nuevos antibióticos que puedan ayudar a luchar contra las «superbacterias», anunciaron investigadores australianos de la Universidad de Sídney.

Alexander Fleming nació en Escocia, y trabajó como médico microbiólogo en el Hospital St. Mary de Londres hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

La primera observación científica de que las bacterias no crecían en presencia del hongo Penicillium se atribuye al fisiólogo británico John Scott Burdon-Sanderson en 1870. Pero Fleming lo comunicó en 1929.

Grandes científicos habían estudiado las propiedades del hongo Penicillium antes que Fleming.

Los científicos como Joseph Lister, John Tyndall, Louis Pasteur y otros en Italia, Francia y Bélgica, constataron y estudiaron este mismo fenómeno observado por John Scott Burdon-Sanderson en 1870.

Fleming fue el mayor defensor de su descubrimiento y tuvo que luchar porque no cayera en el olvido.

Fleming perdió interés y fue Heatley, miembro del grupo del hospital Radcliffe Infirmary de Oxford, quien acabó purificando la penicilina para convertirla en el medicamento.

El descubrimiento de Fleming se debió…

A que el médico olvidó una placa de cultivo bacteriano donde por casualidad crece un hongo, al regresar de sus vacaciones estivales y ¡eureka!, se topa con el hallazgo científico del siglo.

En 1945, Fleming, Chain y Florey recibían el Nobel de Medicina. En la memoria popular, la atractiva historia de la serendipia convertiría a Fleming en el héroe.

¿Fue la penicilina el único descubrimiento de Fleming?

En sus trabajos previos había identificado la lisozima, una enzima presente en la secreción nasal de un paciente acatarrado que parecía inhibir el crecimiento de las bacterias.

Fleming es un personaje mundialmente conocido, el mito y la realidad se unen en las historias que lo rodean. Desde cómo realizó su más famoso hallazgo a cómo entró en el “Chelsea Arts Club”, un club privado para artistas fundado en 1891, gracias a unas pinturas con gérmenes.

La penicilina es un importante antibiótico, usado durante la mayoría de procedimientos médicos, y sigue siendo el antibiótico más usado en el mundo después de medio siglo de su creación.

Lo que no se sabía es que fue descubierta en medio del sucio laboratorio de Alexander Fleming durante el año 1928.

Por esta gran invención, ganó el premio Nobel de Medicina en el año 1945, a lo que él respondió: “A veces uno encuentra lo que no está buscando”.

Todo sucedió cuando Alexander salía a vacaciones durante quince días del laboratorio donde trabajaba en el hospital St. Mary.

Se rumora que era un poco desorganizado, por lo que no limpió su lugar de trabajo antes de salir de él, por lo que dejo una serie de cultivos de bacterias dentro de las placas que estaba estudiando.

A su regreso, el notó que había algo extraño puesto que había moho en las placas que había dejado, por lo que roció Lysol (químico para eliminar las bacterias) pero en una de las placas el moho había matado la bacteria que allí estaba cultivando, por lo que para él fue algo especial.

Después de los respectivos estudios el nuevo medicamento fue vital para salvar muchas vidas dentro de los campos de batalla, debido a infecciones contraídas por las heridas causadas a los soldados. Esta también ayudó a tratar diferentes enfermedades como la neumonía, la sífilis, la tuberculosis entre otros.

Al final de la guerra las empresas químicas ya producían la penicilina en masa para el tratamiento de las personas.

Alexander Fleming falleció el 11 de marzo de 1955 en Londres, Reino Unido.

@

Te puede interesar:

Alexander Fleming ha salvado millones de vidas gracias a su descubrimiento de la penicilina

Alexander Fleming el padre de la penicilina

Alejandra Delgadillo
Egresada de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación por la UPAEP. Colaboradora en El Sol de Tlaxcala. Reportera de Noticias en Grupo Acir Puebla, donde tenía a mi cargo las fuentes de Salud, Instituciones Asistenciales, Iglesias, Agrarias, Ecología y Empresariales. Participé en el área de prensa de la Delegación del ISSSTE Puebla. Las secciones que escribo son: Vida Sana, Cábalas y Tradiciones, Mamás y Algo Más, Feminismo Hoy, Salud, Economía, Ciudad y Seguridad, en Revista Única. Además, soy colaboradora del programa de radio Cinco Mujeres en Cinco Radio. Coautora del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”.

ÚLTIMOS ARTÍCULOS