Inflación y aumento en la tasa de referencia.
El crecimiento de la economía sigue mostrando problemas en este inicio de año y la actividad industrial logró avanzar y crecer en el último mes de 2022. Empero, la inflación continúa aumentando por presiones internas y la tasa de referencia llegó al 11% según decisión del Banco de México.
En cuanto al desempeño de la industria, los datos más recientes señalan que en diciembre de 2022 y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) aumentó 0.7 % a tasa mensual.
Por componente en diciembre la variación mensual fue en la construcción de 2.7%, la minería y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, 1% cada uno, y en las industrias manufactureras, 0.5%.
A tasa anual y con series desestacionalizadas, el IMAI creció 3.1% en términos reales en diciembre pasado. Por sector de actividad económica, la construcción ascendió 5.5%, las industrias manufactureras 3.4 % y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final 1.9 % y la minería 0.8%.
Con respecto a la inflación, las cifras de enero de 2023 muestran que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó una variación de 0.68% con respecto a diciembre de 2022, con lo que la inflación general anual se colocó en 7.91%. En el mismo mes de 2022, la inflación mensual fue de 0.59% y la anual fue de 7.07%.
Por otra parte, como resultado de que la inflación de México está tardando más de lo esperado en desacelerarse, el Banco de México aumentó la tasa de interés en una cifra mayor a lo esperado que sorprendió a los inversionistas. Según el propio Banco el complejo entorno de la economía ha ejercido una presión al alza adicional sobre la inflación subyacente del país, con lo que el balance de riesgos para la trayectoria de la inflación sigue sesgado al alza.
El Banco de México elevó la tasa de referencia en 50 puntos básicos a un récord de 11%, un sorpresivo giro que ningún economista pronosticó. El peso saltó por la sorpresiva decisión, ya que la mayoría de los inversionistas esperaban que el banco redujera el ritmo de ajuste a un cuarto de punto.
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