La novela El laberinto del fauno, escrita al alimón por el cineasta Guillermo del Toro y la autora alemana Cornelia Funke, ya se encuentra en librerías en México.
La Jornada ofrece en exclusiva un adelanto con ilustraciones que Allen Williams hizo para la edición lanzada a escala mundial este mes, que incorpora 10 historias secundarias y da respuestas a incógnitas dejadas por la película epónima de 2006.
‘‘Todos conocemos libros que se convierten en películas, pero a menudo la representación en la pantalla nos decepciona porque no logra reproducir aquellas imágenes que habíamos concebido en nuestra imaginación. Pero, ¿qué pasaría si se pidiera a un escritor que llevara a cabo justo el proceso contrario y convirtiera en palabras nuestra película favorita?”, reflexiona Funke (Dorsten, Alemania, 1958) en una nota inserta en el esperado libro.
En México El laberinto del fauno es publicado por la Editorial Alfaguara con traducción de Wendolín Perla.
El ilustrador Allen Williams trabajó en el concepto de Titanes del Pacífico(2013) de Guillermo del Toro, y en el proyecto En las montañas de la locuradel realizador mexicano que actualmente permanece en espera).
Éxito de ventas en Estados Unidos
La película El laberinto del fauno aborda la historia de la niña Ofelia dividida en dos dimensiones: la de la cruel realidad de una niña desválida en medio de la Guerra Civil española y un mundo mítico en que ella es la heredera de un milenario reino mágico.
El bosque, según describe la editorial ‘‘es un lugar donde lo monstruoso y lo humano se confunden, donde resulta imposible distinguir la realidad de la fantasía y donde los mitos se encuentran con el devastador horror de una nación asolada por la guerra (….) esta arrebatadora novela ilustra espléndidamente que la fantasía es el artilugio más sagaz para develar los milagros y los terrores de la realidad”.
La emotiva narración asume tonalidades melancólicas para describir la crudeza de la violenta existencia. Se lee en ella:
‘‘Aunque Carmen Cardoso amaba a su hija, y la amaba de verdad muchísimo, se había casado otra vez. Este mundo era gobernado por hombres –la niña aún no lo entendía– y sólo un hombre podía ponerlas a salvo. La madre de Ofelia no lo sabía, pero ella también creía en los cuentos de hadas. Carmen Cardoso creía en el cuento más peligroso de todos: aquel en que un príncipe la salvaría.”
Fuente: La Jornada.